Mediante técnicas de escaneo 3D se puede llevar a cabo un trabajo de restauración más preciso.
La restauración artística tiene la cualidad de ser necesaria constantemente. Una obra de arte se deteriora con el tiempo y no queda más remedio que practicar los trabajos de recuperación pertinentes. La conservación del patrimonio solo es el envase que permite retrasar el momento de la restauración.
Y este es un momento delicado. Restaurar una pieza artística necesita un estudio previo de las características de la obra, los materiales que la forman y de qué forma ha sido compuesta. Estos detalles ayudan a afinar los trabajos de restauración, con lo que cuanto más información se tenga, mejor. Aquí es donde entra en juego el trabajo de un grupo de expertos en conservación, del Georgia O'Keeffe Museum, la Universidad de Northwestern y el Instituto de Arte de Chicago.
El equipo de investigadores ha empleado tecnología 3D para analizar cuadros de la pintora estadounidense Georgia O'Keeffe. La artista, cuya obra le mereció el sobrenombre de la madre del modernismo americano, fue de las primeras que pintó Nueva York, la ciudad moderna, el siglo XX, el paisaje convertido en edificios. O'Keeffe también tiene un gran número de pinturas florales, que habitualmente se han asociado a las formas de genitales femeninos.
En todos estos cuadros se forman pequeñas burbujas, que poco a poco crecen de tamaño. Estas irregularidades hay que atajarlas, porque si se unen varias de ellas y aumentan de tamaño pueden oscurecer los colores.
Así, estos investigadores han escaneado los cuadros con tecnología 3D. Su objetivo es examinar detalladamente qué tipo de daño tienen las pinturas. Hasta ahora, para ciertos trabajos de restauración había que extraer una porción del lienzo. Esta se estudiaba a fondo en el laboratorio. De esta manera se podía conocer la composición y otros datos últiles.
Sin embargo, los avances de la tecnología de escaneo en tres dimensiones permitirán ahora saltarse ese paso. De esta forma ya se puede conocer la composición química de los cuadros. Además, los investigadores están desarrollando también una tecnología que evite el crecimiento de estas burbujitas.
Parece que la tecnología, que a veces se percibe tan lejana del arte, podría tornarse importante en el proceso de restauración. Desde luego, no es la primera vez que la simbiosis arte y tecnología tiene relevancia. Ya se ha dado la reconstrucción de patrimonio con ayuda de modelos en 3D sacados de fotografías. Mientras que en el terreno de la difusión, la tecnología es una de las grandes aliadas del arte.
Imágenes: Georgia O'Keeffe
