La consultora Juniper Research ha publicado un estudio en el que predice que en el año 2021 habrá casi 500 millones de dispositivos que usarán el control por gestos 3D.
Al hablar del control por gestos 3D es fácil que se venga a la imaginación aquella escena de Minority Report en la que Tom Cruise se maneja con soltura a base de aspavientos. Mueve objetos y los coloca a placer solo con los gestos de sus manos en el aire. Aún queda lejos este escenario, pero lo cierto es que los dispositivos que se controlan por gestos son mucho más comunes de lo que en principio podría pensarse.
Un informe de la consultora Juniper Research estima que en 2020 habrá 492 millones de dispositivos que soportarán el control por gestos 3D. Los datos del estudio que ha llevado a cabo la firma indican que a finales de 2016 el número de este tipo de dispositivos es de 168 millones.
Con estas cifras la consultora apunta que el crecimiento en los próximos cinco años de dispositivos con control por gestos 3D será del 280%. Estas interfaces de usuario estarán presentes sobre todo en wearables y realidad virtual. Son dos tecnologías donde esta forma de interacción tiene más sentido que en otras.
Los ordenadores, tabletas y smartphones, en cambio, solo adoptarán el control por gestos 3D en un 5%. Su interfaz gráfica y táctil está demasiado asentada como para que irrumpa una nueva. Aunque hay compañías, como Leap Motion, que están buscando reformular la interacción con los ordenadores.
Sin embargo, en wearables y realidad virtual el control por gestos le da un carácter más inmersivo a la tecnología. Otra de las conclusiones que ha sacado Juniper Research es que la respuesta háptica, especialmente en el caso de las gafas VR, se combinará con los gestos 3D.
Los gestos 3D o la eterna novedad
Las interfaces de control de dispositivos por gestos 3D no son nuevas ni mucho menos y de hecho están más cerca de lo que nos damos cuenta. Ya en 2010 Microsoft sacó su Kinect, un dispositivo comercial del que se han vendido millones de unidades y que ocupa un lugar tan cotidiano como el salón.
Sin embargo, con Kinect lo que sucede es que la interfaz de los dispositivos –la Xbox o los PC– no ha variado para adaptarse al control por gestos. La consultora Juniper apunta en su informe que la interfaz de usuario tiene que cambiar para que los gestos se adopten como medio de interacción. De la misma manera que los paneles táctiles dieron lugar a una nueva forma de comunicarse con los dispositivos, diferente al ratón y el teclado que se venían usando en los ordenadores desde hacía décadas.
Imágenes: ITU Pictures y 20th Century Fox
