Cable submarino: encuentros en el mar

No se trata de una nueva aparición mariana, aunque el título pueda sugerirlo. Aunque el mar es vasto en dimensiones si lo comparamos con la tierra, en ocasiones se producen cruces entre infraestructuras desarrolladas por el hombre. En nuestro caso, y ciñéndonos al mundo de los cables submarinos, en el sistema SAm-1 de Telefónica hemos tenido recientemente la ejecución de las dos primeras fases del cruce por un gasoducto que se está construyendo en torno a Petrobras, a 280 km de las costas de Brasil, bajo el proyecto Sapinhoa Lula-NE. Las peculiaridades de este tipo de cruce son:

  • Profundidad de cruce de ambas infraestructuras: 2.100 m
  • Instalación de colchones flexibles  de piezas de cemento con un peso de 8 toneladas. Se pueden apreciar en la Imagen 1.
  • La separación entre estructuras paralelas de colchones estando el cable submarino entre medio es de 6 metros.
  • En este caso, la altura entre el gasoducto y el cable submarino será no inferior a 58 cm. De esta manera se evita una presión accidental de la tubería del gasoducto sobre el cable submarino.

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 Imagen 1: Conjunto de colchones en la cubierta del b/arco

 Naturalmente este tipo de operaciones no se improvisan y su ejecución se lleva a cabo de una manera determinada. En nuestro caso ya teníamos la experiencia previa con otro cruce en el segmento B del SAm-1 en 2010 a unos 30 km del actual. Los pasos que se siguieron fueron:

  • Se inspeccionó el punto de cruce para verificar si el cable submarino seguía en la ruta de tendido y por tanto en el punto teórico previsto para el cruce. Como podría haber sido desplazado por las corrientes marinas, se buscó dondequiera que estuviera.
  • La inspección se llevó a cabo con un ROV (remote operated vehicle) que localizó visualmente e identificó mediante un sensor el cable. Para poder hacerlo se introdujo en éste una señal de baja frecuencia de 25 Hz desde la estación de cable más próxima al punto de cruce. Se lleva a cabo la búsqueda de esta manera porque el cable submarino ha podido ser enterrado por sedimentos e impedir ser localizado visualmente.

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 Imagen 2: Cable Sam-1 en el fondo del mar

 Localizado el cable, se cartografió la zona de cruce y se instalaron balizas que son detectadas con el sistema de posicionamiento del barco. Las balizas identifican los puntos en donde se instalarán los colchones flexibles.

  • El siguiente paso fue descender con la ayuda de una potente grúa a bordo del barco un conjunto de dos colchones flexibles (16 toneladas de peso). Para ello la mar debía estar en unas condicionas buenas (poco oleaje), puesto que de lo contrario la operación no se podría llevar a cabo.

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 Imagen 3: Grua descendiendo los colchones

  • La operación de descenso fue supervisada en este caso por dos ROVs. A través de ellos se controlaba el descenso de los colchones.

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 Imagen 4: ROV controlando un conjunto de colchones hacia el final de su descenso

  • Finalmente cada grupo de dos colchones es instalado en el lecho marino en la posición asignada con la asistencia en la operación de los ROVs.

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 Imagen 5: El primer par de colchones instalado y el segundo siendo instalado al lado

  • Los tres últimos pasos se repitieron 10 veces.

Lo que resta en la entrega siguiente puesto que todavía no está terminado el cruce. Continuará.

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