Una investigación en el Instituto Tecnológico de Karlsruhe, en Alemania, ha llegado a la conclusión de que se puede extraer litio en aguas subterráneas.
Uno de los problemas a futuro que tienen los coches eléctricos está en las baterías. Y en este caso no nos referimos a su duración ni al tiempo de carga. Estos detalles puramente funcionales palidecen al lado del plano productivo. El litio, componente fundamental para las baterías, es un elemento escaso en la corteza terrestre. No tanto porque exista en pocas cantidades sino por las perspectivas futuras de uso.
Toda batería, a día de hoy, tanto de dispositivos electrónicos como de coches eléctricos, pero también de futuros barcos, aviones ligeros o plantas de acumulación energética, se basa en litio. Por tanto, la capacidad de extracción tiene que alcanzar unos niveles muy altos. Otra solución es buscar alternativas, pero no resulta sencillo sustituir a este elemento.
Por eso tiene relevancia la investigación procedente del Instituto Tecnológico de Karlsruhe, situado en la ciudad del mismo nombre, en la parte occidental de Alemania. Los científicos de este centro han demostrado que existe suficiente litio en aguas subterráneas como para surtir a la industria del motor.
En este caso, el estudio del Instituto Tecnológico de Karlsruhe se centra en Alemania, donde operan algunas plantas geotérmicas. La investigación señala que mediante estas instalaciones se puede acceder a aguas subterráneas que contienen litio disuelto. Y grandes cantidades. Al menos las necesarias para aprovisionar totalmente al sector de la automoción en el país. Se estima que hay 200 miligramos por litro.
Una nueva oportunidad para alcanzar el litio
Alemania ha apostado fuerte por la producción de baterías, consciente de que este segmento es clave para la reconversión de su potente industria de automoción. El país ha dedicado 2.000 millones de euros a estimular a sus empresas para que estas levanten fábricas en el territorio nacional.
Una de las ventajas que tiene el litio en aguas subterráneas es su rapidez a la hora de extraerse. Separarlo cuando está en roca o en lagos salados lleva demasiado tiempo o es muy costoso. Sin embargo, en las aguas utilizadas en plantas geotérmicas se puede obtener el elemento en solo unas horas.
Además, este método es más respetuoso con el medio ambiente de lo que resulta la extracción en minería convencional. En estos momentos hay en Alemania 34 plantas geotérmicas y otras 30 están en proyecto.