¿Es Spotify un negocio digital sostenible?

Hace poco se comentó en los medios que Spotify ha puesto en marcha una nueva ronda de financiación que, en la última y espectacular valoración del popular servicio de música en línea, elevaría su valor hasta los 4.000 millones de dólares estadounidenses (unos 3.130 millones de euros), según The New York Times.

De momento, Spotify marcha por buen camino para obtener 220 millones de dólares. Según las mismas fuentes, Goldman Sachs es la principal inversora con cerca de 100 millones de dólares, casi la mitad del total. La empresa, que aún sigue en conversaciones con importantes firmas de capital riesgo, podría modificar la magnitud de la ronda de financiación en función de la demanda.

Los 4.000 millones de dólares de valoración alcanzados por Spotify, que solo está presente en EE.UU. desde el año pasado, ilustran la rapidez con la que ha crecido la joven empresa de música por Internet. Fundada en Suecia en 2006, Spotify llevaba varios años operando en Europa; sin embargo, su debut en América del Norte se hizo esperar debido a dilatadas negociaciones con las discográficas.

Aun así, desde su expansión internacional, el crecimiento de Spotify ha sido exponencial. En la actualidad, cuenta aproximadamente con 19,9 millones de usuarios mensuales activos, (según AppData, un servicio de datos que registra la popularidad de las aplicaciones de Facebook) y unos 3 millones de suscriptores de pago.

Acaba de anunciar recientemente su lanzamiento en Australia y Nueva Zelanda, con lo cual ya estaría presente en 15 países. Además de los mencionados, estaría en: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza.

Los servicios tradicionales, como el iTunes de Apple, permiten a los clientes comprar canciones. Pero Spotify y las empresas de la competencia ofrecen un servicio de suscripción basado en un modelo llamado “freemium”, dividido en una versión con publicidad que proporciona acceso limitado a coste cero y distintas opciones de pago que permiten acceder desde dispositivos móviles y escuchar música sin cortes publicitarios.

Modelo de negocio de Spotify

Spotify premiumSpotify Free está financiada completamente por publicidad en forma de anuncios grabados en audio y banners, mientras que  Spotify Premiumno contiene  publicidad y tiene un precio de EUR 9,99 por mes.  La compañía diferencia el servicio Premium del gratuito, permitiendo la reproducción de la música en los dispositivos móviles (teléfono o tableta), reproducción offline, reproducción en el extranjero, mejor calidad del audio al poderse transmitir a una mayor tasa de bits (hasta 320 kbps),  el acceso a algunas canciones o discos, antes de su publicación en general, así como algún contenido exclusivo.

Los suscriptores de Spotify Premium también pueden acceder al servicio de TV digital del operador sueco Telia, a través de lo que llaman el  Plex Media Center, que está disponible en los ordenadores personales y televisores LG seleccionados.

El co-fundador de y CEO de Spotify, Daniel Ek señala que los ingresos llegarán a los 889 millones de dólares en 2012, a medida que la empresa se expande rápidamente por otros países. Ek también ha confirmado en declaraciones al diario sueco Dagens Industri que las ventas crecieron un 160% hasta alcanzar los 236,4 millones de dólares el pasado año, acumulando unas pérdidas netas de 59,4 millones de dólares o un 25% de los ingresos totales.

De alguna forma, no es una sorpresa que Spotify esté perdiendo más dinero de lo que gana. De momento, la mayor parte de lo que le generan sus suscriptores de pago (Premium) va directo a las compañías de discos: aproximadamente el 70% de esos ingresos se destinan a pagar derechos de autor, (por ejemplo, en 2010, Spotify pagó unos 45 millones de euros a estas empresas), y eso, antes de que cubra sus propios costes operacionales, que pueden ser sustanciales en un negocio enfocado al crecimiento. Spotify  tiene acuerdos con los mayores sellos de música como Sony, EMI, Warner Music Group, y Universal; y otros menores independientes.

La industria de la música ha sufrido un duro golpe desde su paso al mundo digital: en 1.999, las ventas de música grabada se estimaban en unos 44.000 millones de dólares; sin embargo, hoy en día, equivaldrían a un tercio de eso. Sin embargo, Ek declaró al diario sueco que en los próximos años veremos cómo los ingresos vuelven a niveles de 1.999, con empresas como Spotify que capitalizarán ese crecimiento. Su razonamiento: el año pasado, Lady Gaga, vendió 20 millones de discos, pero en 2010 también se convirtió en el primer músico en conseguir 1.000 millones de visionados de sus vídeos en YouTube. Ek cree que Spotify puede ser la empresa que sirva de puente entre esa realidad actual de las ventas de música (20 millones de discos) y el claro apetito del público por más y más Gaga (esos 1.000 millones de visionados en YT).

¿Nos encontramos ante otra burbuja de Internet?

Spotify se trata de la última de una serie de valoraciones impresionantes, cosechadas por la nueva generación de empresas web con un importante componente de red social. Recientemente, Pinterest, una joven página de intercambio de fotografías, obtuvo 100 millones de dólares en una ronda de financiación protagonizada por el minorista japonés Rakuten y una serie de empresas de capital riesgo de élite. Supuestamente, esta última ronda dejó establecido el valor de la página en 1.500 millones de dólares (unos 1.175 millones de euros). El mes pasado Facebook adquirió Instagram, una aplicación de intercambio de fotografías sumamente popular, por 1.000 millones de dólares (unos 780 millones de euros) en acciones y efectivo.

Estas valoraciones tan elevadas se han venido produciendo a raíz del anuncio hace unos meses de la tan esperada salida a Bolsa de Facebook, que finalmente se produjo hace unas semanas, con pésimos resultados para el gigante de las redes sociales.

Entre los elementos comunes a estas empresas se encuentra su dependencia de Facebook y de su inmensa plataforma para alimentar un crecimiento explosivo. Spotify permite a los usuarios publicar sus listas de reproducción en la red social, lo que potencialmente permite atraer nuevos clientes.

El valor de estas empresas ha crecido a pasos agigantados en cuestión de meses. El pasado mes de febrero, Spotify recaudó unos 100 millones de dólares (unos 78 millones de euros) en una ronda de financiación encabezada por la firma de capital riesgo Kleiner Perkins Caufield & Byers y la empresa de inversión rusa DST Global. La operación dejaba la valoración de la empresa en 1000 millones de dólares (unos 780 millones de euros). En octubre, tras una nueva ronda de financiación, la valoración de Pinterest alcanzaba los 200 millones de dólares (unos 155 millones de euros).

Sin embargo, las voces críticas plantean siempre una misma cuestión: el modelo de negocio potencialmente insostenible que subyace a estas empresas; en otras palabras, su falta de beneficios. Es muy posible que Spotify anuncie pérdidas este año, puesto que invertirá el dinero obtenido en continuar con su expansión internacional. El último año, la empresa perdió cerca de 60 millones de dólares (unos 47 millones de euros), como ya hemos dicho. Y es bien sabido que Instagram no cobra por su aplicación ni incluye publicidad en las fotografías de los usuarios, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo piensa convertir su servicio en una empresa rentable con vistas al futuro.

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