Modelo de negocio de Spotify

Los suscriptores de Spotify Premium también pueden acceder al servicio de TV digital del operador sueco Telia, a través de lo que llaman el Plex Media Center, que está disponible en los ordenadores personales y televisores LG seleccionados.
El co-fundador de y CEO de Spotify, Daniel Ek señala que los ingresos llegarán a los 889 millones de dólares en 2012, a medida que la empresa se expande rápidamente por otros países. Ek también ha confirmado en declaraciones al diario sueco Dagens Industri que las ventas crecieron un 160% hasta alcanzar los 236,4 millones de dólares el pasado año, acumulando unas pérdidas netas de 59,4 millones de dólares o un 25% de los ingresos totales.
De alguna forma, no es una sorpresa que Spotify esté perdiendo más dinero de lo que gana. De momento, la mayor parte de lo que le generan sus suscriptores de pago (Premium) va directo a las compañías de discos: aproximadamente el 70% de esos ingresos se destinan a pagar derechos de autor, (por ejemplo, en 2010, Spotify pagó unos 45 millones de euros a estas empresas), y eso, antes de que cubra sus propios costes operacionales, que pueden ser sustanciales en un negocio enfocado al crecimiento. Spotify tiene acuerdos con los mayores sellos de música como Sony, EMI, Warner Music Group, y Universal; y otros menores independientes.
La industria de la música ha sufrido un duro golpe desde su paso al mundo digital: en 1.999, las ventas de música grabada se estimaban en unos 44.000 millones de dólares; sin embargo, hoy en día, equivaldrían a un tercio de eso. Sin embargo, Ek declaró al diario sueco que en los próximos años veremos cómo los ingresos vuelven a niveles de 1.999, con empresas como Spotify que capitalizarán ese crecimiento. Su razonamiento: el año pasado, Lady Gaga, vendió 20 millones de discos, pero en 2010 también se convirtió en el primer músico en conseguir 1.000 millones de visionados de sus vídeos en YouTube. Ek cree que Spotify puede ser la empresa que sirva de puente entre esa realidad actual de las ventas de música (20 millones de discos) y el claro apetito del público por más y más Gaga (esos 1.000 millones de visionados en YT).
¿Nos encontramos ante otra burbuja de Internet?
Spotify se trata de la última de una serie de valoraciones impresionantes, cosechadas por la nueva generación de empresas web con un importante componente de red social. Recientemente, Pinterest, una joven página de intercambio de fotografías, obtuvo 100 millones de dólares en una ronda de financiación protagonizada por el minorista japonés Rakuten y una serie de empresas de capital riesgo de élite. Supuestamente, esta última ronda dejó establecido el valor de la página en 1.500 millones de dólares (unos 1.175 millones de euros). El mes pasado Facebook adquirió Instagram, una aplicación de intercambio de fotografías sumamente popular, por 1.000 millones de dólares (unos 780 millones de euros) en acciones y efectivo.
Estas valoraciones tan elevadas se han venido produciendo a raíz del anuncio hace unos meses de la tan esperada salida a Bolsa de Facebook, que finalmente se produjo hace unas semanas, con pésimos resultados para el gigante de las redes sociales.
Entre los elementos comunes a estas empresas se encuentra su dependencia de Facebook y de su inmensa plataforma para alimentar un crecimiento explosivo. Spotify permite a los usuarios publicar sus listas de reproducción en la red social, lo que potencialmente permite atraer nuevos clientes.
El valor de estas empresas ha crecido a pasos agigantados en cuestión de meses. El pasado mes de febrero, Spotify recaudó unos 100 millones de dólares (unos 78 millones de euros) en una ronda de financiación encabezada por la firma de capital riesgo Kleiner Perkins Caufield & Byers y la empresa de inversión rusa DST Global. La operación dejaba la valoración de la empresa en 1000 millones de dólares (unos 780 millones de euros). En octubre, tras una nueva ronda de financiación, la valoración de Pinterest alcanzaba los 200 millones de dólares (unos 155 millones de euros).
Sin embargo, las voces críticas plantean siempre una misma cuestión: el modelo de negocio potencialmente insostenible que subyace a estas empresas; en otras palabras, su falta de beneficios. Es muy posible que Spotify anuncie pérdidas este año, puesto que invertirá el dinero obtenido en continuar con su expansión internacional. El último año, la empresa perdió cerca de 60 millones de dólares (unos 47 millones de euros), como ya hemos dicho. Y es bien sabido que Instagram no cobra por su aplicación ni incluye publicidad en las fotografías de los usuarios, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo piensa convertir su servicio en una empresa rentable con vistas al futuro.