Científicos surcoreanos han creado una nueva piel artificial capaz de detectar la presión y el calor al mismo tiempo.
En varios laboratorios del mundo se está investigando la síntesis de pieles artificiales, tratando de imitar la de las personas. Los progresos han llegado a la creación de prototipos experimentales capaces de imitar el sentido del tacto. Esto quiere decir que pueden captar estímulos de las cosas que tocan y enviarlos para que sean procesados. Pero normalmente estos estímulos se refieren a la presión que recibe la piel al posarse en un objeto.
Un equipo conjunto de científicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan y de la Universidad de Dong-A, en Corea del Sur, ha logrado un hito. Han creado una piel artificial que puede detectar la presión y también el calor y el sonido.
La composición de esta piel artificial es compleja. La capa más superficial es una lámina flexible que trata de imitar la huella dactilar humana, con el fin de optimizarla para sentir diferente textura. Por detrás hay un conjunto de sensores, como no podía ser de otra manera, que se emplazan entre capas de grafeno, cuya función es facilitar la conductividad de la electricidad.
Cuando la piel artificial es sometida a diferentes tipos de presión los sensores se deforman y comprimen en varios grados, de forma que se diferencien los niveles de presión. A mayor presión mayor será la carga eléctrica que generen los sensores, que se transmitirá para que sea procesada y pueda enviar la sensación de tacto correcta.
Pero los sensores no solo generan carga eléctrica cuando reciben presión sino que también se estresan con el calor, así como con las ondas del sonido. De hecho son capaces de captar el sonido mejor que el micrófono de un iPhone. Cuando reciben este estímulo lo envían en forma de carga eléctrica, al nivel que corresponda, lo cual enriquece el sentido del tacto de esta piel artificial.
Este tipo de piel se podría emplear en robots o en prótesis artificiales, de tipo biónicas, que están complementadas con sensores de diferentes tipos. Ahora bien, no se puede hablar de ningún avance hacia el terreno comercial de momento. La investigación de estos científicos surcoreanos es de tipo experimental, como muchos de los avances que ha habido en relación al sentido del tacto artificial.
Queda, por tanto, desarrollo por delante antes de pensar en la incorporación de estos trabajos a prótesis comerciales o a robots que se puedan usar fuera del laboratorio. En 2014 se tuvo noticia de varios trabajos exitosos en relación al desarrollo de piel artificial con sentido del tacto. Incluso se ha llegado a construir un prototipo capaz de detectar la humedad además de la presión. Pero ocurre lo mismo, por ahora es pronto para aventurar empresas comerciales a partir de estas investigaciones.
Imágenes: StylishLensT y Dead Air