El primer medicamento impreso en 3D es una pastilla contra las convulsiones, como las que producen los ataques epilépticos.
La regulación para la entrada en circulación de nuevos medicamentos suele ser estricta. Estados Unidos no es una excepción y, pese a la investigación que tiene lugar en este país, la Food and Drug Administration (FDA) impone una serie de requisitos con los que solo se puede cumplir tras un proceso largo. Ahora el primer medicamento impreso en 3D saldrá a las farmacias, lo que constituye todo un hito para el campo médico, pues abre la puerta a que nuevas medicinas producidas por este método se pongan en circulación.
El Spritam es el primer medicamento impreso en 3D que la FDA permite sacar a las farmacias y ofrecer en los hospitales sin que la ingesta forme parte de un programa de pruebas. La compañía farmacéutica que ha creado el medicamento es Aprecia Pharmaceuticals, en cuyos laboratorios de impresión 3D se ha puesto en marcha el proceso que ha dado lugar a unas pastillas que se disuelven a gran velocidad.
Se trata de medicamentos contra las convulsiones que se producen por enfermedades como la epilepsia. A algunos de estos pacientes les resulta difícil ingerir pastillas que no se disuelvan en agua, con lo que la compañía ha optado por una fórmula que permite una disolución rápida.
La farmacéutica se ha especializado en tratamientos contra las convulsiones y ha invertido dinero y esfuerzo en desarrollar medicamentos alternativos. Entre estas soluciones se ha investigado con la impresión 3D, lo que ha dado lugar al Spritam. Entre las ventajas que ofrece este método de producción está la posibilidad de que un paciente pueda imprimir en su casa su propia medicina.
La tecnología que emplea Aprecia Pharmaceuticals para desarrollar medicamentos mediante impresión 3D proviene de una invención del MIT a finales de los años 80. Más tarde la técnica se perfeccionó y comenzó a popularizarse en la investigación médica, para la producción de tejidos y medicinas. Pero hasta ahora ningún medicamento había sido aprobado por la FDA para su distribución comercial (Spritam recibió el visto bueno el pasado año).
La síntesis de medicamentos es uno de los campos menos conocidos de la impresión 3D. Y es que suele ser el sector industrial el más protagonista cuando se habla de esta tecnología, o bien el ámbito doméstico. Pero la bioimpresión 3D –que permite generar estructuras biológicas, como tejidos– o la producción de comida también se cuentan entre las posibilidades de esta técnica. Y, como ha demostrado Aprecia, lo mismo ocurre con las medicinas.
Imágenes: shehan365 y kaboompics