Un joven de 26 años ha creado un coche auónomo basado en Linux en su garaje. Y se permite retar a Tesla y a los gigantes del motor.
George Hotz ha trabajado duro en un proyecto muy personal durante algunos años. Su atención se ha centrado en una empresa fuera de lo común. Si algunos en su garaje tratan de crear algún gadget original, incluso un drone o cualquier otra forma de dispositivo electrónico, este joven de 26 años ha ido un paso más allá: ha creado su propio coche autónomo. Aunque quizá fuera porque era lo que encontró en el garaje para experimentar, un coche. Y se lanzó a modificarlo.
Hotz es conocido en la comunidad hacker por una serie de iniciativas pioneras. Entre ellas la que más destaque tal vez sea que tuvo el mérito de ser la primera persona en hackear un iPhone, de manera que permitió a otros usuarios utilizar el terminal de Apple con otra operadora que no fuera AT&T, quien tenía exclusividad sobre el dispositivo en principio.
La creación de un coche autónomo basado en Linux es su hack más atrevido por ahora. El joven ha utilizado el garaje de su casa para construir la máquina a partir de un Acura, modelo 2016 ILX, un sedán con estilo cuyo diseño recuerda al Tesla Model S. Como una especie de MacGyver moderno, Hotz ha incorporado al coche un sistema de radar basado en láser, los llamados LIDAR, que se sitúa en el techo del vehículo, para detectar los objetos cercanos en 360 grados.
Por dentro el coche muestra una maraña de componentes electrónicos, como si a un robot complejo lo hubieran abierto en canal. La guantera contiene un miniordenador, un switch de conectividad y sensores GPS; es la unidad central del sistema. En lugar de una palanca de cambios hay un joystick y a la derecha del conductor se puede ver una pantalla de 21,5 pulgadas, colocada en vertical, según recoge un reportaje de Wired.
Al encender la pantalla se ve que es un coche autónomo basado en Linux, una versión del sistema operativo que muestra una retahíla de texto y números. La interfaz no parece la más intuitiva pero seguro que Hotz la conoce al dedillo. Y evidentemente queda pulir la plataforma con vistas a un posible usuario final.
Este coche autónomo basado en Linux está pensado para las autopistas, aún le queda lejos la circulación en medio del intenso tráfico que puede darse en las ciudades. Pero las capacidades no son distintas a lo que ofrecen otros fabricantes actualmente, como Tesla.
DIY, también para un coche autónomo
La idea de Hotz es que su sistema de conducción autónoma rivalice con los de las grandes marcas. En estos momentos muchos fabricantes, como el propio Tesla, pero también BMW, Ford y General Motors, han confiado en la compañía israelí Mobileye para incorporar a sus vehículos asistencia en la conducción. El joven hacker cree que puede crear su propio kit que compita con la tecnología de esta empresa.
El kit consistirá en seis cámaras baratas, similares a las que se pueden encontrar en smartphones, para colocar alrededor del coche, incluida una con ojo de pez destinada al techo del vehículo. Esto lo ofrecerá en conjunto con un sistema de inteligencia artificial capaz de recopilar datos sobre la conducción y aprender de las decisiones que toman los conductores. Su objetivo es vender este paquete por 1.000 dólares, a fabricantes de coches… o a consumidores. Eso sí, se necesitarán algo más que conocimientos básicos de electrónica para montar el sistema.
Imágenes: denlinkbarmann y Acura