En China están invirtiendo en la investigación del grafeno para crear aviones ligeros y trenes de alta velocidad.
El Instituto de Beijing de Materiales Aeronáuticos se ha asociado con el National Graphene Institute, perteneciente a la Universidad de Manchester, en Reino Unido, para llevar a cabo un proyecto de investigación que durará hasta 2020 y que está destinado a desarrollar aviones ligeros y trenes de alta velocidad. Como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta las entidades que están implicadas en el trabajo, estos desarrollos tendrán como protagonista principal al grafeno.
El desarrollo de aviones ligeros sería una ventaja para la industria aeronáutica, pues menor peso significa menos consumo de combustible y esto a su vez abarata el coste de los viajes (aunque la amortización que necesita la fabricación de una aeronave de este tipo al principio sea mayor que la que requiere una de las convencionales, con lo que no se puede esperar obtener viajes baratos de esta investigación).
En cualquier caso los científicos tienen hasta 2020 para descubrir fórmulas que aligeren el peso de los aviones. A partir de ahí se evaluarán las posibilidades reales. La intención es centrarse en la compatibilidad del grafeno con otros compuestos que tengan un gran rendimiento en el campo mecánico, eléctrico o una buena conductividad.
La colaboración entre el National Graphene Institute, de la Universidad de Manchester, y el Instituto de Beijing de Materiales Aeronáuticos tiene la intención de sacar aplicaciones comerciales del grafeno, algo que no suele ser común, pues normalmente los trabajos con este material se mueven más bien en un campo de experimentación. La alianza además crea unos lazos interesantes entre la innovadora Universidad de Manchester y el gigante asiático, que cada vez invierte más en proyectos de tecnología punta.
En el caso del grafeno, este material ha sido incluido por China en su plan de cinco años para desarrollar una industria propia aeronáutica civil. Pero no solo serán los aviones los que se beneficiarán de esta investigación, también los trenes de alta velocidad, un campo donde el país asiático ha tenido una entrada y un desarrollo fulgurante. En 2008 abrió la primera vía y un año después ya contaba con la red de trenes de alta velocidad más amplia del mundo, superando al segundo país, España.
Imágenes: Master Octa y wilco737