Un equipo de científicos de la Universidad de Osaka ha proyectado el rayo láser más poderoso del mundo, equivalente a 1.000 veces el consumo eléctrico mundial.
Los primeros láser se desarrollaron en los años 60, tras décadas de investigación. Fue Einstein quien los fundamentos para esta tecnología y con los años llegaron por goteo los experimentos. Sin embargo, después de las primeras aplicaciones exitosas, el láser se convirtió en una herramienta útil para procesos industriales e incluso para cosas tan cotidianas como leer un CD. Por supuesto la ciencia ficción escogió otros usos para los rayos láser. Especialmente famosas se han hecho las pistolas láser, como las que se exhibían en Star Wars, cañones láser y demás armas archidestructivas.
Y es que a la ciencia ficción le gustan los disparos, la acción y las tecnologías fabulosas que realmente serían un peligro para la Humanidad y, en general, para cualquier cosa viva. La ciencia (sin ficción) se ha centrado en aplicaciones más alejadas del ámbito militar. Sin embargo, esto no quiere decir que la tecnología láser no haya pasado por las manos de los ejércitos y sus unidades de investigación. Sin ir más lejos la marina estadounidense ha desarrollado un rayo láser capaz de incendiar objetivos en un abrir y cerrar de ojos, concentrando toda la energía en un punto. Ni siquiera se ve el haz: el objetivo se incendia y explota.
La capacidad destructora de esta arma parece descomunal. Su potencia es de 30 KW, es decir, 3.000 vatios. A pesar de todo es una cifra ridícula comparado con los vatios los que despliega el rayor láser más poderoso del mundo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Osaka ha establecido el récord recientemente. Los ceros se pierden en el número y, si se reduce a siglas, nos perdemos en las siglas. Son 2 petavatios, lo que equivale a 2.000 billones (de los españoles) de vatios.
Esta es la potencia que despliega el rayo láser más poderoso del mundo. Para hacerse una idea (ligera) de lo que significa la cifra se puede decir que esta equivale a 1.000 veces el consumo eléctrico mundial. Sin embargo, la investigación de la Universidad de Osaka no está orientada a fines militares. También hay que destacar que este rayo láser únicamente tiene potencia para hacer funcionar un microondas durante dos segundos.
El truco está en que los investigadores japoneses han alcanzado esta potencia extrema concentrando el rayo láser en un tiempo mínimo. De esta forma, la potencia del haz se despliega solamente durante un picosegundo, otra medida desacostumbrada, que quiere decir la billonésima parte de un segundo. Algo que evidentemente no podemos imaginar, pero sí representar, concretamente la abreviatura de picosegundo es ps.
Para desplegar el rayo láser se ha utilizado una estructura llamada LFEX (Laser for Fast Ignition Experiments), cuya longitud es de 100 metros y que se terminó de construir a finales del pasado año. Los responsables del experimento no se quedan aquí. De dos petavatios pretenden pasar a diez petavatios de potencia en el futuro.
Imágenes: Juergen Faetchle y Christian Delbert