Un equipo de científicos de la Universidad de Bari crea un sistema de machine learning capaz de detectar síntomas de Alzheimer en el cerebro antes de que este sea evidente a nivel clínico.
La investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Bari, en Italia, podría representar un salto en la prevención del Alzheimer. Como todos los trabajos que provienen del ámbito experimental hay que tomarlo con cautela. Las conclusiones de momento solo son preliminares y, en todo caso, pasará tiempo hasta que un sistema así esté disponible en el ámbito médico.
Pero esto no quita mérito a los científicos de la Universidad de Bari. Estos han desarrollado un sistema de inteligencia artificial capaz de detectar el Alzheimer con diez años de antelación. Lo hace a través del estudio del cerebro del paciente, detectando los deterioros cognitivos leves.
El equipo de científicos lo ha hecho, además, mediante una técnica no intrusiva. Sencillamente se trata de analizar detalladamente los escáneres cerebrales obtenidos mediante resonancia magnética.
El sistema de inteligencia artificial desarrollado por los investigadores pertenece a la categoría de machine learning. Se encuadra por tanto dentro de los algoritmos capaces de aprender de la información a la que tienen acceso. Pero para eso se necesita un entrenamiento. Los responsables del proyecto nutrieron a su software con 67 resonancias**** magnéticas cerebrales. De ellas, 38 pertenecían a pacientes con Alzheimer, mientras que otras 29 pertenecían a personas sin la enfermedad.
Para elevar la precisión del estudio, los científicos dividieron en pequeñas partes las imágenes por resonancia. De esta manera el sistema analiza el cerebro región a región, para evaluar la conectividad neuronal entre ellas.
A partir de este entrenamiento, se mostró al algoritmo un conjunto de escáneres cerebrales. En concreto fueron 148, de los que 52 pertenecían a cerebros sin la enfermedad, 48, con Alzheimer y 48 con deterioro cognitivo leve. Esto último es un síntoma del Alzheimer. Y normalmente desemboca en la enfermedad al cabo de entre tres y nueve años.
El algoritmo fue capaz de distinguir entre los cerebros con y sin enfermedad con un 86% de precisión. Mientras que la diferenciación entre los cerebros sanos y aquellos que tenían deterioro cognitivo leve tuvo éxito en un 84%.
Dada la importancia del deterioro cognitivo leve en el Alzheimer se piensa que el algoritmo podría diagnosticar hasta con 10 años de antelación la enfermedad. El software sería capaz de identificar los pequeños cambios cerebrales que se adelantan a los síntomas clínicos. A partir de ese momento se podría trabajar para retrasar la enfermedad.