Superaislante térmico

Estos científicos inventan un superaislante térmico con la madera

Los responsables del trabajo afirman que el superaislante térmico es barato de fabricar y ecológico. Cualidades que serán muy apreciadas tanto por la industria de la construcción como por el propio medio ambiente.

El aislamiento es uno de los factores clave a la hora de construir viviendas y edificios en general. En las construcciones de calidad se procura que este aspecto sea uno de los más cuidados. Estar aislados térmicamente del exterior quiere decir que los pisos conservan más el calor de la calefacción en invierno y no dejan penetrar profusamente al frío. También en verano es importante el aislamiento, pues impide que la temperatura de las casas suba.

Sin embargo, el sector de la construcción tiene un problema en cuanto al aislamiento se refiere. Los materiales necesarios para que paredes, puertas, ventanas y techo no dejen pasar el frío son caros. Y no solo en cuanto a su coste económico. También salen caros al medio ambiente. Necesitan una gran cantidad de energía para producirse y, a la hora de deshacerse de ellos, no son biodegradables.

De ahí la importancia del trabajo realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Maryland, que han publicado sus descubrimientos en Sciences Advances. Estos han creado un material con una alta capacidad como aislante térmico, a partir de la madera.

Superaislante térmico

Este superaislante térmico es barato y biodegradable. Cualidades que serán muy apreciadas tanto por la industria de la construcción como por el propio medio ambiente. Los científicos han comprobado que el nuevo material puede incluso aislar más que el poliestireno extruido o styrofoam, empleado comúnmente como aislante.

Todo empezó con el estudio de la nanocelulosa. Esta celulosa a escala nanométrica muestra características destacadas, como una gran solidez. El equipo de investigadores extrajo parte de la lignina, un polímero orgánico presente en la madera, para crear un material denso, al que llamaron 'supermadera'.

Superaislante térmico

Pero había que ir más allá. La lignina es una gran conductora del calor, con lo que no sirve como aislante. Así que eliminaron este polímero hasta volver blanca a la madera, de forma que reflejaba la luz, en lugar de absorberla (un modo de impedir el paso del calor, no solo del frío).

Los investigadores señalan que el éxito de este superaislante térmico está en su estructura. Por ejemplo, el styrofoam es isotrópico, homólogo desde cualquier ángulo. En cambio, el nuevo material tiene una estructura as anisotrópica. Esto quiere decir que la disposición de las fibras permite que el calor viaje a través de ellas fácilmente. Ahora bien, a la hora de cruzarlas se encuentra con muchas dificultades.

Imágenes: www.ilkkajukarainen.fi, Sciences Advances

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