Luz en ondas acústicas

Estos científicos han logrado el hito de traducir la luz en ondas acústicas

Un equipo de investigadores de la Universidad de Sydney logra toda una proeza física. Se trata de la conversión de información enviada mediante luz en ondas acústicas.

En la Universidad de Sydney se ha dado un paso importante hacia la computación cuántica. Un equipo de investigadores ha logrado por primera vez traducir la luz en ondas acústicas dentro de un microchip. Se ha reducido la velocidad de los fotones que transportaban la información digital para que los datos sean manejables.

Se trata de una proeza técnica. Y es que uno de los problemas que tiene el transporte de la información a través de la luz, como mediante la fibra óptica, es que para procesar los datos hace falta reducir su velocidad. Así, la ventaja que tiene la luz se convierte en un inconveniente cuando el cable llega al ordenador.

Ahí la velocidad de la información se reduce para que los chips actuales puedan procesarla y transmitirla. Actualmente se hace mediante electrónica, pero a medida que las máquinas crecen en tamaño y rendimiento, el calor que desprenden los equipos los hace inviables.

Precisamente este es el reto que aborda la nueva investigación. Los científicos han logrado transferir información desde un estado óptico a ondas acústicas, así como realizar la transformación inversa. Es un paso importante para crear microchips que usen luz en lugar de electrones para gestionar la información.

En un breve vídeo se explica cómo funciona el chip creado por los investigadores. La información entra en forma de fotones por una parte del circuito, mientras una señal destinada a la escritura entra por el lado contrario. A mbas interaccionan y se transforma la luz en ondas acústicas. Estas se procesarán para transmitirlas después.

La segunda etapa consiste en una señal fotónica de lectura que entra en el chip. Accede a la onda acústica y transmite su información en forma de luz. El retraso que se produce en esta conversión y reconversión se compara, según los investigadores, con el lapso entre un rayo y un trueno.

Este lapso de tiempo es crucial. En estos nanosegundos, el chip tiene tiempo de procesar las ondas acústicas y extraer la información de ellas. Una vez se complete esta tarea, los datos están listos para volver al vertiginoso estado lumínico. Así se podrá seguir aprovechando la alta velocidad que proporciona la luz, deteniendo el viaje solo por unos nanosegundos.

Imágenes: JamesIrwin, frankieleon

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