La nanomedicina puede mejorar el desarrollo de fármacos más precisos y eficaces. Europa inaugura un laboratorio especializado, situándose a la cabeza de la I+D+i.
La nanomedicina es una de las grandes promesas de la I+D+i en el campo sanitario. Caracterizada por trabajar en la nanoescala (en la que un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro), sus aplicaciones podrían ayudar a mejorar el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas o el cáncer.
En ese sentido, la investigación trabaja en el desarrollo de nanopartículas o nanofármacos que, por ejemplo, sean capaces de superar el límite de la barrera hematoencefálica. Conseguiríamos de este modo abordar algunas patologías que afectan de forma directa a nuestro cerebro.
La ardua tarea de investigar medicamentos
Pero si descubrir y desarrollar un medicamento es un proceso costoso, difícil y complejo, más lo es investigar fármacos todavía más pequeños. Está considerado que, en general, la investigación de medicamentos requiere de entre 10 y 15 años para lograr una molécula de interés terapéutico. ¿Qué ocurre en el caso de los fármacos producidos por la nanomedicina?
Según los expertos, uno de los mayores retos en el descubrimiento de los nanofármacos se centra especialmente en la caracterización de estas partículas minúsculas. Pero la Unión Europea está decidida a ser pionera en el ámbito de la nanomedicina, como demuestra el trabajo desarrollado por iniciativas como la Nanomedicine European Technology Platform.
La propia UE elaboró una hoja de ruta para impulsar el desarrollo de la nanomedicina hasta 2020. Y algunos de sus objetivos comienzan por fin a cristalizar. En ese sentido, la compañía CEA-Leti ha anunciado la creación del primer Laboratorio Europeo de Nanocaracterización, financiado por el programa marco de investigación Horizon 2020.
El objetivo es que esta infraestructura ayude a superar uno de los máximos desafíos de la nanomedicina: la caracterización y descripción de nuevas moléculas en la nanoescala. Según los expertos, esta fase es crítica para asegurar el éxito en el desarrollo de nanomedicamentos, por lo que el laboratorio podría acelerar las investigaciones sobre el cáncer, la diabetes o las enfermedades inflamatorias e infecciosas.
Como explicó Patrick Boisseau, director de desarrollo de negocio en nanomedicina de CEA-Leti, «faltan infraestructuras para promover la innovación nanotecnológica aplicada al ámbito de la salud». Con este nuevo laboratorio, los científicos esperan mejorar la investigación, evaluación y regulación de nuevos fármacos en la nanoescala. Con este servicio, en el que también colaborará Estados Unidos, Europa se sitúa a la cabeza de la I+D en nanomedicina. El objetivo no es otro que evitar el «cuello de botella» en la investigación de nuevos fármacos, y así acelerar su llegada a la sociedad.
Imágenes | science photos (Shutterstock), UCL (Flickr)