Para el próximo Mundial de Fútbol de Brasil 2014, la FIFA está estudiando introducir una nueva tecnología que permitiría determinar si un balón entró completamente en el arco. Sería la primera gran innovación tecnológica en este deporte.
Desde que el fútbol se inventó hace más de un siglo y medio, las reglas se fueron adecuando -con bastante lentitud- para que el deporte sea más atractivo para el público.
Lo que se mantuvo casi inalterable desde su nacimiento, fue la ayuda tecnológica para los árbitros, que sólo en los últimos años contaron con pequeñas innovaciones que los ayudaron a mejorar el rendimiento.
Desde la oficialización del trabajo del juez en 1891 hasta 2006, prácticamente no tuvieron avances para realizar su tarea.
En el Mundial de 2006 se puso en práctica la primera gran modificación: desde ese momento el árbitro principal y sus asistentes poseen un intercomunicador que permite el diálogo entre ellos.
Así, el argentino Horacio Elizondo fue capaz de expulsar en la final que disputaron Italia y Francia a Zinedine Zidane. Elizondo no había visto la falta y cuando fue avisado por radio fue capaz de expulsar a Zizou, lo que marcó el destino del partido.
En otros deportes como el basquetbol, el rugby o el hockey, los encargados de impartir justicia pueden tomar una decisión apoyada exclusivamente en la tecnología.
En todos esos casos, los árbitros cuentan con un monitor que les permite ver desde varios ángulos si una anotación fue dentro del tiempo reglamentario, un try fue dentro de la línea de in goal o si una determinada falta fue penal o no.
El tenis fue uno de los primeros en usar una tecnología disruptiva: el ojo de halcón. Desde 2006 (el primer uso oficial fue en el Nasdaq 1000 de Miami) se volvió cada vez más indispensable; tanto en lo deportivo como en la mejora del espectáculo.
El sistema, que fue desarrollado en el Reino Unido en 2001, está basado en cálculos de triangulación a partir de imágenes proporcionadas por al menos cuatro cámaras de video de alta velocidad, que deben estar colocadas adecuadamente alrededor del campo de juego.
Es precisamente esta tecnología una las que está probando la FIFA para adoptar en el próximo Mundial de Brasil 2014. En el fútbol este avance se utilizará únicamente para determinar si un balón entró completamente en el arco.
La gran ventaja de este desarrollo es que no necesita ningún elemento dentro de la cancha y el resultado demora apenas un segundo después de sucedida la jugada.
El otro sistema que está a prueba por la FIFA (sólo se elegirá uno), llamado Goalref utiliza un sistema de electro-magnetismo, con sensores en los postes de la portería y un chip en la pelota. Si el balón ingresa completamente, el árbitro recibe una vibración en su muñequera.
El costo aproximado de instalación es de US$400.000 para Hawk-Eye y US$240.000 para GoalRef.
Con esta tecnología se podría haber resuelto uno de las jugadas más polémicas de la historia. En la final de la Copa del Mundo en 1966 se le convalidó un gol a Inglaterra en el match frente a Alemania, pero realmente el balón nunca había pasado la línea.
Los dos formatos fueron utilizados en el Mundial de Clubes que ganó recientemente Corinthians en Japón, pero «lamentablemente» no hubo ninguna jugada polémica en la que se pudiera probar este gran avance.
Aquí dejamos un video con la explicación de los dos sistemas en inglés:
Imágenes vía fifa.com