Es un hecho que todo va muy rápido. Y que lo que antes era inamovible, hoy es voluble y cambia cada dos por tres. Los profesionales de ahora no dejarán nunca la formación. O no deberían. Un precio que hay que pagar para mantenerse siempre al día en su área, sector o en la empresa para la que te trabajan. Y aquí, las empresas tienen mucho que decir con la formación para empleados. Para qué buscar talento fuera si lo tienes ahí. Solo debes enseñarle a usar las nuevas herramientas que necesita para desempeñar su labor. La formación profesional como oportunidad.
En ocasiones, las empresas han visto la formación para empleados como un mero trámite. Pero supone una ocasión ideal para marcar la diferencia. Partiendo de que los profesionales contratados cumplen con las exigencias de su puesto de trabajo, con el paso del tiempo conviene facilitarles la oportunidad de actualizar sus conocimientos para dar lo mejor. Algo que podemos hacer por cuenta propia o que la empresa puede hacer. En beneficio del empleado y de sí misma.
La educación para niños y jóvenes se encuentra en un momento de transición en el que la tecnología está cada vez más presente. Y en la formación para empleados ocurre lo mismo. Como materia de estudio y como herramienta para facilitar sus propósitos académicos. Clases presenciales, cursos online, coaching y mentoring, uso del Big Data aplicado a la educación…
Aprender con el (y del) Big Data
El proyecto que desde 2018 se viene realizando en la Data University de BBVA con la colaboración estrecha de Telefónica es un claro ejemplo de las dos caras de la tecnología aplicada a la educación. En esta ocasión, del Big Data, una de las tecnologías que más impacto tendrá en los próximos años en las empresas de cualquier tamaño y sector. Tecnología que ya se viene aplicando con grandes resultados.
Físicamente, la Data University se encuentra en las instalaciones del Campus BBVA, en Alcobendas, Madrid. Pero su alcance va más allá gracias a la posibilidad de realizar cursos online y formación a distancia a más 2.000 personas en siete países distintos. Todo esto gracias al uso de la tecnología de la que dispone el cliente que va a recibir el curso, ya sean particulares o empresas.
Mediante Inteligencia Artificial, se realiza la fase previa a la formación en sí. Considerar qué tipo de formación requiere cada empleado, en adelante alumno. Ver si cumple con los requisitos necesarios para asistir a la formación que se le quiere asignar, presencial o virtualmente. Y, finalmente, confeccionar un alumnado homogéneo que pueda trabajar en equipo durante el curso. De nada sirve aportar a los empleados una formación que no van a utilizar o para la que no están preparados. O dicho de otra forma, personalizar la formación para empleados antes incluso de impartir dicha formación.
A partir de aquí, impartir la formación requiere de distintas estrategias, formatos y metodologías. Como en el caso anterior, dependerá de qué debe aprender el empleado, su disponibilidad, el tiempo disponible, el contexto de la empresa en la que se encuentra, etc. El propósito último, que la formación sea la adecuada, en aula física o virtual, sea práctica y esté alineada con lo que espera el cliente.
Y junto a la formación en sí misma, se utilizan otras estrategias para mejorar el resultado. Por un lado, monitorización constante. Mediante Big Data, se analizan las métricas obtenidas a lo largo del curso o formación para determinar, caso por caso, si la evolución es la deseada o si hay que hacer cambios, sin esperar a finalizar el proceso. No hay tiempo que perder. Por otro lado, mediante coaching se facilita la aplicación de lo aprendido en el día a día del empleado / alumno. Un mentor asignado ayuda a que este proceso, mediante acompañamiento, sea lo más óptimo posible. Para ello emplea técnicas didácticas como la gamificación o el modelo 70-20-10.
La gamificación no requiere muchas explicaciones. Se aplica en la educación a todas las edades y también en la formación para empleados o en la educación a distancia o elearning.
Por su parte, el modelo 70-20-10 consiste en dedicar el 10% del tiempo a la formación clásica, presencial o a distancia, un 20% a aprender de otros compañeros o mentores (aprendizaje social) y, finalmente, un 70% del tiempo al trabajo, individual o en equipo (aprendizaje práctico o experimental).
En resumen, la Data University de BBVA aprovecha las tecnologías que debe enseñar, Big Data e Inteligencia Artificial, para que sean a la vez parte del programa de formación y herramientas con las que dar esa formación. El resultado, formar a futuros científicos, analistas y técnicos de datos de manera virtual o presencial.
Aulas en Realidad Virtual
De la unión del 5G, el edge computing y la Realidad Virtual surge un nuevo tipo de aulas. Virtuales pero con un componente presencial que se salta barreras y distancias físicas para facilitar la formación de empleados o de que cualquiera. Esté donde esté. Unos cascos de realidad virtual, una conexión de banda ancha, y poco más.
La unión de Telefónica y Nokia ha permitido que en las instalaciones de la IE University en Segovia se puedan dar clases a distancia a través de realidad virtual, conectividad 5G y edge computing. Por un lado, con estas tecnologías se pueden impartir clases teóricas en un entorno virtual compartido por profesor y alumnos. Un entorno en el que interaccionar desde la distancia.
Un proyecto que la compañía presenta en el marco de la celebración del Mobile World Congress de Barcelona bajo el lema Transformation is Now. Un lugar en el que se pondrán en común todas las propuestas vinculadas a la conectividad, 5G, industria conectada o la sostenibilidad.
En el proyecto de la IE University se emplearon dispositivos móviles con 5G que empleaban gafas tipo cardboard, un adaptador de cartón en el que colocar el teléfono inteligente para que haga la función de casco de realidad virtual. Para retransmitir la señal de vídeo con baja latencia, en las instalaciones académicas se desplegó cobertura 5G NSA (Non Stand Alone) con la solución de Nokia AirScale Indoor Radio (ASiR).
Pero más allá de recrear el aula tradicional mediante realidad virtual, esta tecnología permite interaccionar con la materia de estudio. Recorrer desde casa lugares que ya no existen o en los que no se puede estar físicamente, indagar dentro de máquinas recreadas virtualmente, etc. Todo ello con la fidelidad que permiten cascos que recrean escenarios en 360º que han sido renderizados mediante edge computing. Además, se trata de una experiencia personalizada para cada alumno en función de su interacción con el entorno virtual.
Está claro que la tecnología juega y jugará un papel importante en la educación y en la formación profesional y para empleados. Que éstos aprendan a manejarla al tiempo que la aprovechan en su formación para evolucionar y ampliar sus conocimientos supone todo un reto pero también una oportunidad. Formación personalizada al detalle, en la distancia o en aulas presenciales.