Científicos británicos están diseñando un robot humanoide que podría "guardar" nuestros secretos más íntimos. La privacidad y la robótica caminan de la mano en esta iniciativa que tendrá los primeros resultados en 2015.
Los avances en la tecnología están mejorando nuestro día a día. Con la llegada de Internet, innovadores dispositivos móviles o las redes sociales, nuestra forma de comunicarnos está cambiando considerablemente. Pero existe también una preocupación creciente acerca de los problemas de seguridad y privacidad que puede acarrerar el uso de las nuevas tecnologías.
En ocasiones se habla de que en la última década se ha abierto un tremendo «espacio público». La frontera entre nuestro «yo» más íntimo y nuestro «yo» ligado al mundo virtual y tecnológico es cada vez más difusa. Por este motivo, son muchos los investigadores que han centrado su atención en la protección de la privacidad de forma simultánea al imparable avance tecnológico.
Y es que, como diría el viejo proverbio, es imposible ponerle puertas al campo. No podemos detener la expansión de Internet o de las redes sociales. Sin embargo, sí deberíamos tratar de impulsar su crecimiento apoyando la mejora de la seguridad y privacidad de los propios usuarios.
Robótica y privacidad, ¿dos buenas aliadas?
Esta idea fue precisamente la que se plantearon científicos de la Universidad de Oxford, quienes se preguntaron si sería posible en el futuro impulsar el desarrollo de la robótica al mismo tiempo que se garantizaba la privacidad de los consumidores. La llegada de los conocidos como robots humanoides ha permitido mejoras en la toma de datos e interpretación de dicha información por parte de estos sistemas.
Los nuevos dispositivos robóticos, por ejemplo, tendrán un papel fundamental en la asistencia de personas dependientes, contando con grandes capacidades en la captación, registro y procesamiento de datos relacionados con nuestras actividades y movimientos. Aunque puedan ser de gran ayuda, los investigadores se plantearon la necesidad de que la protección de la privacidad también fuera tenida en cuenta en el diseño de estos robots.
Quizás en el futuro podamos contar con robots que además de realizar funciones de cuidado y asistencia, pueda guardar nuestros secretos más íntimos. En una conferencia relacionada con robótica y privacidad, el equipo del Dr. Brown mostró el software creado para smartphones a través del cual se seleccionaba la publicidad que recibía el usuario mediante sus aplicaciones móviles, teniendo especial cuidado en los anuncios relacionados con la geolocalización. Este trabajo es sólo el primer paso para mejorar la seguridad en el uso de los innovadores robots.
Este particular interés ha motivado un trabajo de investigación sobre privacidad muy importante. De hecho, el conocido robot Nao contará a partir de 2015 con software adecuado para garantizar la seguridad y la protección de la intimidad de los usuarios que se comunican con él. La iniciativa tendrá una duración de tres años, y el equipo de Brown ha recibido financiación cercana a los dos millones de libras para llevarla a cabo.
Sin duda, su trabajo es una buena muestra de que el imparable avance de la tecnología no ha hecho caer en el olvido temas tan delicados como la protección de nuestra privacidad. Una buena noticia en este cada vez más interconectado mundo, también conocido como el «gran espacio público», y en el que parece que a medio plazo, los robots también podrían ser capaces de garantizar nuestra privacidad.
Imágenes | Adam Cohn (Flickr)
