La startup que fabrica scooters eléctricas Gogoro ha llegado a un acuerdo para que 200 de sus motos se alquilen en Berlín con un modelo fluido.
Gogoro es una compañía que fabrica una scooter eléctrica cuyo precio son 4.000 dólares. El modelo se presentó en 2015 y su concepto Smartscooter (así han llamado a la moto) tuvo una buena acogida. No solo se trataba de un vehículo eléctrico, en connivencia con el nuevo tipo de movilidad urbana, sino que la batería se podía extraer fácilmente y reemplazar por otra. De esta forma no hay que esperar horas hasta que se cargue sino que sencillamente se sustituye. Ahora, 200 de estas motos inteligentes han desembarcado en Berlín y se ofrecerán bajo un modelo de alquiler similar al de Car2Go.
La empresa que se encargará de gestionar el alquiler de estas 200 scooters en Berlín es Coup, una subsidiaria de Bosch. Gogoro le ha vendido las unidades y la compañía alemana las alquilará por 3 euros cada media hora o 20 euros por todo el día. El sistema es similar al de carsharing que ya ofrecen con coches empresas como Car2Go, perteneciente al grupo Daimler.
Los usuarios no necesitan llaves. Con una aplicación instalada en su smartphone desbloquean la scooter y pueden empezar el alquiler. No hay que devolver la moto a un lugar determinado, sino que se puede quedar perfectamente en el punto de destino. Y no existen los problemas de aparcamiento que sí hay con los coches de alquiler por horas, cuando a veces se tarda más en aparcar que en llegar al lugar deseado. La scooter se queda en la acera.
Las prestaciones técnicas de las Smartscooters son más que aceptables para ciudad. Aceleran de 0 a 50 Km/h en 4,2 segundos y su velocidad máxima está en algo menos de 100 Km/h. Aunque para el servicio que presta Coup, el fabricante ha limitado las motos a una velocidad de 45 Km/h.
Coup también se beneficia de una de las ventajas principales de las motos de Gogoro: la facilidad de reemplazar la batería. Se trata de un paquete de 9 kilos que los empleados de Coup sustituyen por otro totalmente cargado. Van en una furgoneta (esta no es eléctrica) reemplazando las baterías que tienen un nivel bajo de carga y limpiando los cascos de las scooters, pues cada una lleva asociado un casco (así el usuario puede alquilar una en cualquier momento, sin haberlo planificado previamente). La compañía puede rastrear sus scooters y el nivel de su batería en todo momento.
Este sistema de alquiler no es único de Berlín ni Gogoro es la única compañía que fabrica este tipo de scooters eléctricas. La startup Scoot ofrece un sistema de sharing en San Francisco, donde ya ha sacado a las calles 400 scooters. Scoot ha desarrollado el sistema y presta el servicio. Es un papel diferente del que juega Gogoro, quien solo fabrica las scooters y su sistema de información.
De ahí que la compañía haya optado por vender sus motos a particulares en otros sitios. En Taiwán –donde se utiliza la moto intensamente– ya han vendido unas 10.000 unidades. Además, Gogoro, al igual que ha hecho Tesla para promocionar sus coches ha construido 225 estaciones de carga, cada una de ellas del tamaño de un cajero automático y que almacena ocho baterías. De esta manera siempre habrá ocho baterías que se están cargando continuamente en cada estación, con lo que normalmente se podrá reemplazar la batería en unos minutos.
Imágenes: Gogoro