Los avances en la producción agrícola en la última década han sido enormes. Ahora, la empresa Iron Ox está desarrollando máquinas para conseguir una granja autónoma.
La robotización de los sectores productivos es una de las consecuencias de la revolución tecnológica en la que estamos inmersos desde hace décadas. Como es lógico, la agricultura se ha incorporado a esta ola de innovación para optimizar procesos.
La tecnología ha contribuido a aumentar la productividad del sector a través de vías como la incorporación de nueva maquinaría como drones o tractores inteligentes, el uso de sensores conectados para monitorizar el estado de las plantaciones, la aplicación del Big Data y el establecimiento de medidas de gestión más eficientes.
Gracias a estas herramientas, los avances en la producción agrícola en las últimas décadas han sido enormes, pero, ¿sería posible producir alimentos sin trabajadores implicados en el proceso?
Revolucionarias máquinas de Iron Ox
Puede que, en un futuro próximo, sí. Esto es lo que opinan los fundadores de Iron Ox, una startup de Estados Unidos que ha creado un proyecto de granja autónoma en San Carlos (cerca de San Francisco). En ella destacan una serie de robots agrícolas, capaces de hacer el trabajo propio de los seres humanos.
Se trata de una instalación cubierta que ocupa una superficie de unos 750 m² y está basada en la agricultura hidropónica, un método de cultivo que utiliza disoluciones minerales en lugar de suelo agrícola para aportar nutrientes a las pantas.
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De momento, el proyecto se encuentra en fase de desarrollo, por lo que en esta novedosa planta de producción los robots todavía conviven con trabajadores de carne y hueso. No obstante, desde la compañía pretenden que, próximamente, se convierta en una granja 100% autónoma donde solo haya máquinas.
Entre estas máquinas desarrolladas por Iron Ox destaca Angus, un enorme robot de 450 kilos de peso con la fuerza necesaria para mover las bandejas gigantes que almacenan los cultivos. Además, cuenta con un potente brazo robótico equipado con una cámara de 360° encargado de cosechar productos.
Cuando la robotización de esta instalación sea completa y sus productos empiecen a comercializarse (actualmente van destinados a consumo interno de la compañía y a bancos de alimentos), se podrá evaluar si es una buena solución para frenar los problemas de falta mano de obra agrícola y optimizar los niveles de producción.
Misma producción que una granja convencional
Por ahora, los promotores de la granja robótica aseguran que su nivel de producción es similar al de una granja convencional cinco veces más grande. Esto iría en consonancia con las tendencias de optimización espacial que ofrecen otras soluciones tecnológicas como las granjas verticales.
Asimismo, es de esperar que surjan más proyectos que vayan en la línea de utilizar a los robots para tareas más mecánicas y repetitivas. Un ejemplo de ello es el prototipo desarrollado, también en Estados Unidos, por la compañía Abundant Robotics, una máquina capaz de distinguir las frutas maduras y recolectarlas mediante un sistema de aspirado en vacío.
Iniciativas innovadoras como Iron Ox demuestran el enorme potencial disruptivo que aporta la tecnología en todos los sectores de la sociedad, aumentando la eficiencia y ayudando a solucionar problemas sociales como la producción alimentaria.