Se puede apreciar una evolución entre las distintas versiones del estándar HDMI, pero donde más se nota el salto cualitativo es en el paso al HDMI 2.0.
El HDMI es un estándar que permite transmitir vídeo de alta definición y audio digital multicanal a través de un solo cable. No es más que el sustituto del antiguo euroconector, que aún no ha sido desterrado de los hogares, pese a que la primera aparición del nuevo estándar tuvo lugar en el año 2002. Era la versión 1.0 y a partir de ese momento se han lanzado sucesivas evoluciones hasta llegar a la presentación del HDMI 2.0 hace un año. El salto cualitativo ha sido importante en esta última actualización, pero merece la pena echar la vista atrás para ver las diferencias entre las versiones existentes.
En diciembre de 2002 se presentó HDMI 1.0. Era un tipo de conexión nueva, diferente al euroconector y que pretendía reflejar el paso de lo analógico a lo digital, una transición que tenía lugar en esos momentos gracias al DVD y a la implantación de la TDT, que se empezaba a fraguar. La primera versión ofrecía una tasa de transferencia máxima de 4,9 Gbps y tenía soporte para resoluciones de 1080p en anchos de banda de 60Hz. El audio que transmitía era de ocho canales y 192 kHz. Básicamente se trataba de dar soporte al DVD.
La versión HDMI 1.2 añade algunas mejoras tres años después. La principal de todas ellas, sin duda, es que da soporte a las pantallas y formatos de vídeo de los PC. Lo que dará inicio a una fructífera unión entre estos equipos y los televisores que aún a día de hoy sigue prosperando para ver películas o álbumes de fotos, a pesar de que las tecnologías inalámbricas estén ganando terreno. El soporte al estádar One Bit Audio es otra de las novedades de la versión 1.2.
Poco tarda en salir la 1.3, menos de un año después, que da un nuevo y más decidido empujón a la tecnología. El ancho de banda es ya de 340 MHz y la tasa de transferencia de 10,2 Gbps. Soporta color en 10, 12 y 16 bit, así como los formatos de audio Dolby TrueHD y DTS-HD, utilizados en el HD-DVD y el Blue-ray. También se establece un nuevo miniconector destinado a videocámaras. Los primeros dispositivos que exigen HDMI 1.3 para funcionar con fluidez son la PlayStation 3 y la Xbox 360 (ambas de finales de 2006).
En 2009 llegó HDMI 1.4, que puede transmitir resoluciones de 4096×2160 píxeles, es decir, 4K. El estándar también pasa a soportar por primera vez vídeo en 3D, lo que resulta útil para ver películas pero también para jugar a videojuegos que tengan estas características. También se añade un microconector HDMI, más pequeño que el anterior miniconector y orientado a móviles y cámaras digitales.
El gran salto de HDMI 2.0
Pese a la constante evolución en las anteriores versiones ha sido la llegada de HDMI 2.0 la que ha renovado el estándar, preparándolo para los próximos años. La calidad de audio, que se había mantenido inmutable a lo largo de 11 años, se ha mejorado a 32 canales y 1536 kHz. Permite hasta cuatro fuentes de sonido simultáneas mientras que las otras versiones solo dejaban una fuente.
También se ha añadido soporte a 4K, que ya existía en HDMI 1.4, pero únicamente a 25 o 30 fotogramas por segundo. Esta frecuencia es válida para películas, pero no funciona bien en videojuegos o con imágenes de movimientos bruscos, como la retransmisión de ciertos deportes en televisión. Con HDMI 2.0 se obtienen hasta 60 fotogramas por segundo a resolución 4K, si bien es cierto que se necesita un cable adaptado a esta versión del estándar.
Evidentemente la tasa de transferencia también se ha incrementado. De 10,2 Gbps se ha pasado a 18 Gbps. Las formatos en 3D también se soportan y lo hacen a 25 imágenes por segundo.
Imágenes: Sam_Catch y PublicDomainPictures