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Herramientas digitales para mejorar la vida académica

Los profesores lanzan un mensaje claro en un estudio de Pew Internet y American Life Project, que analiza el uso que los adolescentes hacen de las nuevas tecnologías para estudiar: hay que educar a los jóvenes para que sepan aprovechar adecuadamente los avances digitales en su vida académica.

Las novedades en el campo de la educación nos han llevado a las aplicaciones para aprender o a la entrada de los videojuegos en las aulas, pero también nos ha hecho reflexionar. Porque lo importante no es que las nuevas tecnologías se conviertan en un elemento habitual en colegios e institutos, sino que su uso sea el correcto.

En en blog, ya hablamos de la necesidad de un cambio de enfoque a la hora de entender el impacto de las TIC en el mundo escolar. Lo importante es su empleo y no, simplemente, que el acceso a los ordenadores en los colegios sea una realidad.

Potencial por explotar

Para el 77 por ciento de los profesores encuestados en el estudio, Internet y las herramientas digitales de búsqueda han tenido una repercusión sobre todo positiva en la forma en la que sus estudiantes realizan sus trabajos e investigan. Sin embargo, un 87 por ciento piensa que estas tecnologías están creando una generación que se distrae con facilidad y cuya capacidad de atención es cada vez menor.

Sea o no cierto, las opiniones reflejan una realidad: la importancia de educar a los jóvenes en el uso correcto de las nuevas tecnologías. No solo en el ámbito del aprendizaje, sino también en general. Internet ha desplegado unas posibilidades desconocidas hasta hace unos años, pero los estudiantes todavía tienen que mejorar sus habilidades para aprovecharlas completamente.

Acostumbrados a la rapidez

El 99 por ciento de los profesores que participaron estaban de acuerdo con la afirmación de que Internet permite el acceso a una cantidad de recursos que no estaría disponible de otro modo. Sin embargo, solo un 65 por ciento de ellos cree que la red convierte a los estudiantes en mejores investigadores. Plantean el siguiente problema: se está acostumbrando a los usuarios a pensar que las respuestas se obtienen de forma rápida y sencilla.

Entrar en Google y preguntar por un concepto se ha convertido en la manera más habitual de buscar información. De los resultados que ofrece el motor de búsqueda, los usuarios solo se quedan con los que aparecen en las 10 primeras posiciones. Una gran parte de los encuestados piensa que este método está condicionando a los estudiantes. Ahora, cualquiera espera ser capaz de encontrar los datos que necesita de forma casi inmediata y con solo un par de clicks. Pero ¿qué pasa cuando eso no sucede? ¿Basta con pasar a la segunda página de la búsqueda de Google?

Aunque el estudio se centra en la educación y los jóvenes, este patrón se pueden aplicar también a muchos otros usuarios de Internet. Con la Wikipedia como el nuevo lugar de referencia, las antiguas enciclopedias y las bibliotecas tradicionales están perdiendo terreno como fuente de conocimiento, porque es más fácil conectarse a Internet. ¿Nos estamos acostumbrando a que todo nos llegue fácilmente, sin esforzarnos?

Viejos problemas

A pesar de que reconocen muchas de las virtudes de la información online, hasta un 60 por ciento de los profesores piensa que las tecnologías actuales tienen el peligro de ofrecer datos falsos que pueden pasar inadvertidos. No es oro todo lo que reluce y no es verdad todo lo que se publica en Internet. Este es uno de los puntos clave que se deberían mejorar con ayuda de los educadores. Los estudiantes deberían tener ciertas herramientas para evitar este problema, y solo pueden aprenderlas con ayuda.

Fiarse directamente de la Wikipedia no es suficiente. Comprobar las fuentes que se citan en la página o visitar otras referencias son nociones básicas que se deberían conocer, y que cualquier alumno debería tener en cuenta a la hora de elaborar sus trabajos en clase. Porque los datos erróneos o falsos deberían poder sortearse si se tienen las habilidades para distinguir entre información veraz y la que no lo es.

Las escuelas podrían tener mucho que decir aquí. Educar a sus alumnos en el uso de nuevas tecnologías o en la forma investigar en Internet es una tarea a su alcance. Y esto es algo con lo que de acuerdo un más de un 90 por ciento de los profesores del estudio, que apuestan por tener clases o cursos centrados en enseñar a cómo usar las nuevas tecnologías a los jóvenes.

La tecnología no es la solución por sí misma. Es necesario que los usuarios aprendan a sacarle el mejor partido, y educar a los jóvenes en ese aspecto es una de las tareas pendientes. Comprar más ordenadores no es tan importante como enseñar a utilizarlos.

Imagen | millermz

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