Marcus Cooper

La historia de lucha, sacrificios y éxitos de Marcus Cooper: 2 veces medallista olímpico

Luchador, retador, seguro y auténtico son algunos de los adjetivos que definen al piragüista olímpico español, Marcus Cooper. Con tan solo 27 años ha logrado subir dos veces al pódium olímpico: la primera en los Juegos Olímpicos (JJOO) de Río de Janeiro 2016, alzándose con una medalla de oro; y la segunda en Tokio 2020, consiguiendo una medalla de plata.

Situarse entre los mejores no es un trabajo sencillo, si no que acarrea muchas horas de trabajo y sacrificios. Cuando Marcus entró en contacto con el piragüismo, con 12 años, sintió que ese era su deporte. Previamente, había probado otros, como baloncesto y fútbol, pero ninguno de estos consiguió hacerle soñar alto.

Él sabía que quería realizar una actividad deportiva donde pudiera poner a prueba su resistencia, fuerza, técnica, mente, etc. Y que, además, se desarrollara en un entorno acuático. “Cuando probé el piragüismo, me enamoró desde el segundo uno”, confiesa Marcus a Think Big.

De Mallorca a Madrid para luchar por un sueño

Este profesional del deporte nació en Oxford, de madre alemana y padre inglés, pero ha pasado toda su vida en España. Hasta los 15 años vivió en Mallorca, donde entrenaba en un club de piragüismo cercano a su pueblo; y al entrar en la selección española, en la categoría junior, se fue a vivir a Asturias. Fue en ese momento cuando Marcus se dio cuenta de que el piragüismo no era solo un deporte más para él, si no que podía ser su vida.

Por aquel entonces, su mayor meta era conseguir dar el salto de Asturias a Madrid, donde estaba la categoría superior. Entre risas, nos cuenta que él quería pasar a formar parte del equipo de los mayores.

Con el paso de los meses, Marcus demostró que sus ganas, perfeccionismo y control sobre todos los detalles serían clave para alzarlo a lo más alto. De hecho, reconoce que esta es la clave de su éxito: “a los seres humanos se nos olvida cuidar de todos los pormenores y es ahí donde yo intento sacar ventaja”, reconoce.

Un paso más cerca de los Juegos Olímpicos

Gracias a esa dedicación, no tardó en dar el salto al equipo profesional ubicado en Madrid, y donde el Programa de Becas Podium, la iniciativa de apoyo a jóvenes promesas del deporte olímpico español, desarrollado por Telefónica y el Comité Olímpico Español, se fijó en él.

Por aquel entonces, Marcus destacaba entre sus compañeros, pero aún no había conseguido obtener resultados internacionales a nivel absoluto, que fueran muy llamativos. Aun así, el piragüista entró a formar parte del programa de Podium, en el grupo que conformó la primera promoción de estas becas en 2014.

Marcus Cooper

Cuenta que esto supuso, “un antes y un después en su carrera”. Las becas Podium de Telefónica no solo suponen una ayuda económica, ofreciendo a estos deportistas los medios para luchar por su sueño: competir en unos Juegos Olímpicos. Si no que, une a profesionales del deporte de diferentes disciplinas, haciéndolos sentir que forman parte de una familia. “Nos íbamos retroalimentando los unos de los otros. Ya no teníamos excusa para no luchar por lo más ambicioso”, comenta.

2016: Primeros JJOO y primera medalla olímpica

Tras dos años en el Programa de Becas Podium y tras obtener muy buenos resultados en competiciones internacionales en las que participaba. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, de 2016, se alzó con la medalla de oro, dentro de la modalidad K1 1.000 metros.

En conversación con Think Big, confiesa que ese año no había descuidado nada, que cuidó todos los detalles para poder dar lo mejor de sí mismo. Durante esos días, no pensaba que se estaba jugando ser campeón olímpico, si no que tenía que ser el más rápido, intentando siempre mantener la mente fría y centrada.

Antes de la última prueba, a los deportistas que han conseguido llegar hasta ahí, se les obliga a dejar su mochila, con la ropa del pódium dentro, por si ganan. Esto se hace así, porque si alguno de esos deportistas se sitúa entre los tres primeros, ya no vuelven a la zona del vestuario con el resto de los compañeros; si no que, se quedan ahí para realizar entrevistas, fotos, etc. Así, Marcus dio la mochila a su entrenador, bajo la frase: “toma, por si los cerdos vuelan”, recuerda. A lo que, su entrenador le respondió: “hazlos volar”. Con ese último comentario, Marcus entró en su piragua, logrando hacer volar a los cerdos con su medalla de oro.

Confiesa que esa medalla supuso una reafirmación sobre su manera de trabajar. Desde el sentido, que todo trabajo conlleva una recompensa. “Me di cuenta de que sí vale la pena dedicarse a algo en cuerpo y alma, porque los resultados acaban llegando”, afirma.

Marcus Cooper

Una vida de logros y de sacrificios que se ven compensados por las alegrías deportivas

Tras esos primeros Juegos Olímpicos, Marcus, pasó a ser embajador del Programa de Becas Podium. Donde intenta transmitir al resto de generaciones Podium que sí es posible, y que tienen una oportunidad única, gracias a este programa, de dedicarse de pleno a su sueño y trabajar para hacer realidad sus metas.

Sin embargo, este sueño conlleva muchos sacrificios, a la par que alegrías. Este joven piragüista cuenta que, para nada su vida ha sido “normal”. No ha tenido la misma infancia, adolescencia y juventud que sus amigos. Pero, a cambio ha recibido otras alegrías diferentes que compensan todo lo que ha dejado en el camino. Alegrías y triunfos que no solo son suyos, sino que lo son, también, de su familia y amigos.

A pesar de ello, confiesa que el mayor sacrificio que hizo en su día y que sigue realizando es no poder pasar todo el tiempo que le gustaría con su familia. “Me considero muy familiar y este es un sacrificio muy duro para mí, que llevo desde los 15 años fuera de casa”, explica.

La importancia de mantener una buena salud mental

Por esto y por todo lo que conlleva ser deportista profesional, tener una mente sana es primordial. La psicología deportiva es clave para que un deportista pueda tener un mejor rendimiento y a la par se sienta bien consigo mismo.

Aunque no ha sido hasta estos últimos años, donde este aspecto ha comenzado a ocupar el papel relevante que le corresponde. Según un estudio realizado por Zoe Poucher en la Universidad de Toronto, en julio de 2021, la depresión es el problema más generalizado entre los deportistas. Donde recoge, que de los atletas canadienses que participaron en los JJOO de Tokio 2020, el 31,7% reportaron síntomas de depresión; el 18,8% de ansiedad general moderada; y un 8,6% indicaban tener un alto riesgo de trastorno alimentario.

En cualquier ámbito, hablar de salud mental debería estar normalizado. De esta manera, los profesionales del deporte, en este caso, hablarían más acerca de sus experiencias, emociones, dificultades, etc. Cualquier persona que trabaja en su bienestar mental, apoyándose en la ayuda de psicólogos, confían más en sí mismos y afrontan los desafíos con mayor determinación y energía. Todo lo contrario, a lo que sucede cuando existe una baja salud mental, donde los pensamientos negativos son recurrentes y acaban afectando al deportista, tanto a nivel personal como de competición.

Las personas que se dedican al deporte están sometidas a altas exigencias, estrés, disciplina y competencia. De ahí, la importancia de “no tener miedo en apoyarnos en psicólogos para que nos ayuden cuando lo necesitemos”, aconseja Marcus.

JJOO de Tokio 2020: compitiendo en una modalidad distinta

Durante los cinco años de distancia entre los JJOO de Río de Janeiro y los de Tokio, Marcus ganó tres medallas en el Campeonato de Piragüismo, en 2017 y 2018. Además de alzarse con otras cinco, en el Campeonato Mundial de Piragüismo, entre 2017-2021.

Marcus Cooper

Antes de los JJOO de Tokio 2020, celebrados el pasado 2021 debido a la pandemia por COVID-19, Marcus confiesa que la tecnología ha hecho posible que pueda seguir en contacto con el deporte que le apasiona. Así, finalmente en verano del año pasado, Marcus llegó a Tokio, junto con sus tres compañeros: Saúl Craviotto, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade.

En esta ocasión, Marcus se enfrentaba a un nuevo desafío: no competiría solo, como hizo en los juegos de 2016; si no que, en esta ocasión, lo haría en K4 500 metros, junto con sus compañeros. Aquí, una gran parte dependía del trabajo en equipo entre ellos y de su acoplamiento. Sin embargo, a diferencia que, en los JJOO de 2016, en estos, Marcus, sí que sabía cuál era su potencial y el de sus compañeros. Así, se alzaron con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, en unos juegos poco usuales por motivo de la pandemia.

En cuanto a los próximos Juegos Olímpicos, que tendrán lugar en París en 2024, nos confiesa que su idea es luchar por dos resultados. El K2, donde competirá él solo, y el K4, en equipo, ambos de 500 metros. Esto es posible, ya que la distancia en cada prueba es la misma, por lo que los entrenamientos serán similares.

Deportista de élite y amante de la administración de empresas en sus ratos libres

Marcus, no solo destaca por su perseverancia en el ámbito deportivo, si no que, también en el laboral. Se considera una persona emprendedora y amante de la administración de empresas. Tanto es así, que tiene 4 empresas. Una de ellas, es una startup enfocada al turismo deportivo a nivel mundial.

Reconoce que, el deporte le ha transmitido valores que puede poner en práctica como empresario. Además, se considera una persona que sabe gestionar muy bien sus recursos: “antes de invertir mi dinero en algo tangible, prefiero hacerlo en crear empresas”, cuenta.

De ahí que, en un futuro, cuando deje el deporte, le gustaría dedicarse a tiempo completo a esta otra pasión. Incluso, ve factible poder patrocinar a deportistas con ellas, ya que como reconoce, “es algo que me llenaría el corazón”.

Marcus Cooper es un símbolo del deporte olímpico español y un referente para muchas personas que luchan por un sueño. Su experiencia hace que otras figuras del deporte vean que sí es posible ser olímpico; y no solo una vez, si no dos. A este joven piragüista aún le queda un largo futuro por recorrer de luchas y éxitos. “El tiempo es algo que no vuelve y para mí es una alegría saber que lo estoy aprovechando en el algo que me gusta«, explica.

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