El hallazgo ha tenido muy buena acogida dentro del mundo académico, principalmente por su buen estado de conservación.
La paleontología es la ciencia que estudia los organismos que vivieron en la Tierra en el pasado a través de los fósiles de los mismos. Y es gracias a esta ciencia que el ser humano ha sido capaz de entender la antigüedad viva de nuestro planeta.
Entender el pasado de los seres vivos que habitaron las mismas tierras que pisamos ha sido de máxima importancia para poder hacerse una imagen a escala real de lo que verdaderamente ha existido a nuestro alrededor. Y, con ello, lo caprichosa que es la vida en su búsqueda de habitar el universo.
Un cementerio de dinosaurios en el suroeste de Francia
En una zona en el suroeste de Francia, llamada Angeac-Charente, entre las localidades de Cognac y Angulema, la proliferación de hallazgos arqueológicos en esta última década ha sido muy importante para la historia reciente.
En este lugar se han encontrado más de 7.500 fósiles de más de 40 especies diferentes desde 2010, lo que convierte a este lugar francés del distrito de Cognac en uno de los mayores potosíes paleontológicos del siglo XXI.
En este caso, y recientemente, se ha encontrado un fémur de, aproximadamente, dos metros de longitud, que según los expertos perteneció a un saurópodo. Este animal vivió durante la época del Jurásico tardío, hace alrededor 140 millones de años, y su dieta era básicamente herbívora. Los saurópodos solían oscilar entre 40 y 50 toneladas de peso, y se caracterizaban por un largo cuello y una larga cola.
Este descubrimiento ha sido noticioso principalmente debido al estado de conservación del hueso, que, según Ronan Allain, paleontólogo del Museo Nacional de Historia de París, estaba en un estado especialmente óptimo, sobre todo por las circunstancias coyunturales del mismo.
Los investigadores que se encuentran excavando en la zona han destacado el hallazgo, no solo por el mero hecho del propio hallazgo, sino por la esperanza que da dicho descubrimiento en esas condiciones.
