La agencia gubernamental de Estados Unidos DARPA está desarrollando implantes de chips que podrían tratar enfermedades como la epilepsia o heridas.
Los diminutos chips creados por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) están destinados a introducirse en forma de implantes dentro del cuerpo humano con fines muy definidos. La idea es que a través de este método se puedan tratar enfermedades, como la epilepsia o el estrés postraumático, en incluso curar heridas. Una vez injertados, los implantes de chips modulan los circuitos nerviosos para recuperar o mantener la salud de su portador, como aseguran los científicos responsables de este trabajo.
El proyecto tiene financiación militar (el ejército de Estados Unidos ha invertido 80 millones de dólares) y en principio está destinado a mejorar la salud de los soldados que vuelven de un conflicto bélico. Por eso uno de los casos que los científicos han estudiado con más ahínco ha sido el trastorno por estrés postraumático, generalizado en excombatientes, que muchas veces han vivido situaciones extremas muy difíciles de asimilar o de olvidar. Los implantes de chips también están orientados a curar heridas, las cuales se presupone provendrían de acciones militares.
Sin embargo, las miras son mucho más amplias. La epilepsia es otra de las enfermedades que ha estado en el punto de mira de los responsables del proyecto, al que han denominado ElectRx. Asimismo se ha destacado que los implantes de chips podrían tratar la artritis y seguramente otras dolencias más extendidas entre el resto de la población.
Se trata de dispositivos diminutos que evalúan continuamente las condiciones del entorno en el que están insertados, desplegando estímulos según se necesiten. Estos estímulos al cuerpo humano se envían en forma de patrones personalizados y están moldeados para preservar el correcto funcionamiento de los órganos. Solamente se trata de un toque de atención para que el propio cuerpo sea el que regule su sistema. El chip detecta si algo no marcha bien o podría hacerlo mejor y marca el camino a seguir.
La ventaja del proyecto ElectRx respecto a otras iniciativas similares es su tamaño. Mientras que hasta ahora un dispositivo que cumpliera estas funciones podría tener el tamaño de una caja de tabaco –con la consiguiente complicación a la hora de implantarla– los nuevos chips se introducen en el cuerpo sin necesidad de practicar una cirugía invasiva.
No se sabe cuándo podrían estar listos para su uso los nuevos chips, pero lo cierto es que la curación del cuerpo humano mediante implantes no es nueva. Este mismo año un equipo de investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña ha anunciado el desarrollo de implantes biodegradables para estimular la regeneración de las neuronas tras un accidente. En un proyecto anterior, ocho de nueve pacientes ciegos pudieron detectar la luz después de que se les implantara un microchip en la retina, un éxito que invita a pensar en las posibilidades que tienen estos dispositivos para paliar los problemas más diversos.
Imágenes: PressReleaseFinder y DARPA