La impresión 3D también podría servir para estudiar y combatir el cáncer. Científicos de Estados Unidos y China utilizan esta técnica para conocer un poco más el segundo tumor más frecuente en mujeres.
La impresión 3D ofrece grandes posibilidades en medicina. La última revolución propuesta por investigadores de Estados Unidos y China podría cambiar para siempre el estudio y la lucha contra el cáncer, una terrible enfermedad que afecta cada año a 200.000 nuevos pacientes en España.
Su estudio se ha centrado en el cáncer de cérvix, una neoplasia maligna que afecta al sistema reproductor femenino, siendo el segundo tumor más frecuente en mujeres, pues aparecen 500.000 nuevos casos anualmente, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Los científicos chinos y norteamericanos han utilizado la impresión 3D para crear un modelo tridimensional de células de cuello de útero, publicando sus resultados en la revista Biofabrication. Este modelo consiste en una especie de «rejilla» de 10 milímetros de ancho por 10 de largo, formada por dos ingredientes principales: alginato y fibrina, como vemos en las siguientes imágenes:
Modelos tridimensionales para probar la eficacia de nuevos fármacos
En el pasado, los investigadores recreaban los tumores y su microambiente con modelos bidimensionales. Sin embargo, estas estructuras no eran completamente realistas, ya que en nuestro organismo las células se organizan en tres dimensiones. La llegada de la impresión 3D puede ser una ayuda importante para observar cómo se estructuran las células cancerosas a la hora de formar tumores malignos.
Los científicos creen que «estos modelos creados por impresión 3D pueden ayudar en el estudio del desarrollo, la invasión, la metástasis y el tratamiento de este tipo de cáncer», según declararon a la Agencia SINC. Recrear estas estructuras malignas no supuso ningún problema para la viabilidad celular, ya que los resultados publicados en Biofabrication determinaron que el 90% de las células cancerosas seguían «vivas» tras el proceso de impresión 3D.
Si estos modelos, fabricados gracias a la ayuda de impresoras en 3D, funcionaban, podría ser posible en el futuro recrear otras estructuras cancerosas. El objetivo no es otro que probar la seguridad y eficacia de nuevos fármacos, de forma previa a su ensayo en modelos animales y seres humanos.
De esta manera, el cáncer podría ser combatido gracias a la impresión 3D: estudiando cómo se desarrolla y viendo las posibilidades de nuevos medicamentos antitumorales. Ahora que las impresoras 3D ya presentan un precio realmente bajo, era cuestión de tiempo ver nuevas posibilidades y aplicaciones de esta innovadora técnica en la investigación en biomedicina. La lucha contra el cáncer puede ser una de las múltiples opciones con las que utilizar la impresión 3D en ciencia.
Imágenes | Biofabrication, Agencia SINC