In al cubo, o In3Spain. Es decir, inversores, innovadores e instituciones congregadas durante un par de días bajo un mismo techo. Dialogando sobre el estado del emprendimiento en España comparado con su entorno y analizando los objetivos a lograr de aquí a unos años.
Ya son dos las convocatorias que In3, evento global para emprendedores celebrado en Madrid al amparo de la Embajada de Estados Unidos, ha conseguido celebrar. Y las que les quedan por delante, porque su foco está centrado en aquellas empresas innovadoras – o startups- que ya tienen su negocio consolidado después de muchos años operando; y es algo en lo que España está despuntando. Grandes rondas de financiación, internacionalización de muchas de nuestras empresas más punteras o, un gran número de exits en los últimos meses así lo confirman. Esta es, precisamente, la imagen que se llevan de España y que James Costos, Embajador de Estados Unidos e adalid del evento, ha querido remarcar. Un embajador que ha presentado la próxima visita de Obama a España, y que estará marcada por una importante agenda que favorecerá al sector emprendedor español.
El foco de este evento, que al contrario que otros muchos celebrados en el ecosistema emprendedor no hace concursos de startups, tiene el foco en los grandes. Y no por olvidarse de los pequeños. Su idea es que, si estos líderes destacan por encima de todos, los que ahora están naciendo o creciendo lo tendrán mucho más fácil en un futuro próximo.
Reproducir Silicon Valley, objetivo de muchos, es una locura. Lo que no es tanta locura es querer tener nuestro propio entorno emprendedor Dave McClure, líder de 500 Startups, esa región es «una completa alucinación colectiva» en la que todos los que allí discurren confían completamente. Esa es la clave: la confianza. Para todos, y es algo que se lleva repitiendo mucho tiempo, el defecto es que muchos emprendedores no terminan de creerse su gran trabajo.
La cría de los unicornios
Uno de los topics de todas las conversaciones del evento de emprendedores han girado sobre la misma espiral: los unicornios. ¿Tendrá España algún unicornio en algún momento?
Bien, la respuesta no está demasiado clara, al menos en lo que a tiempo se refiere. Hay algunos que opinan que hay muchas oportunidades y muchas opciones, pero sólo el tiempo dirá. De momento, los inversores tienen claro que a los unicornios hay que criarlos. Para Dave McClure «hay que invertir en 1.000 para que una sea unicornio». Por su parte, Sofía Benjumea opina que sí, que tendremos uno, pero hay mucho trabajo pendiente de momento.
La cuestión, y en la que se reafirman ambos, es que en ese proceso de búsqueda no hay que perder a esa gran masa emprendedora. A los 999 restantes. Algunos, muchos de ellos, no terminan por el camino, pero lo que se quedan tienen una gran capacidad innovadora y de creación de empleo. Según datos de David H. Thorne, asesor de la secretaría de estado de EE.UU, las empresas tecnológicas (en las que la mayoría son pequeñas y medianas startups) tienen la capacidad de crear el 6% del PIB del país. Es, a todas luces, una fuerza empresarial que debemos cuidar.
