Los ciberataques están a la orden del día. La pregunta ya no es si nos van a atacar, sino cómo y cuándo. Según datos del Foro Económico Mundial (WEF), en 2021 hubo un incremento del 151% de ciberataques a nivel global. A medida que el número de ataques en la red incrementan, la inteligencia artificial (IA) adquiere un papel imprescindible en materia de ciberseguridad.
Una característica de esta tecnología, que la sitúa como una aliada en la lucha contra este tipo de ataques, es que aprende continuamente. Esto es así, gracias a los miles de millones de datos con los que los expertos la nutren. Gracias a ello, la IA puede identificar, priorizar y analizar amenazas.
5 aplicaciones de la inteligencia artificial en ciberseguridad
Algunas de las aplicaciones ventajosas que trae consigo la aplicación de esta tecnología para combatir ciberataques son:
1. Análisis predictivos
A través de los análisis predictivos, la IA puede prevenir futuras amenazas. Desde qué dirección de IP es más probable a ser atacada, hasta los tipos de amenazas que pueden producirse. Esta parte es clave porque la organización puede conocer dónde están sus brechas de seguridad para poder solucionarlas antes de que se ejecute un verdadero ataque.
2. Detección automática de amenazas
Los algoritmos de aprendizaje automático -una rama de la IA que busca proporcionar a las máquinas la capacidad de mejorar y aprender automáticamente mediante la experiencia- son entrenados para detectar, de manera automática, aquellas conductas o irregularidades en el rendimiento del sistema que indican un posible ataque a la seguridad.
3. Prevención de potenciales ataques
Esta tecnología puede detectar anomalías en el tráfico de la red o en el flujo de datos a través del análisis de los patrones. Esto ayuda a detectar comportamientos anormales antes de que se produzca un ataque. Por ejemplo, cuando alguien externo intenta acceder a información confidencial de una compañía.
4. Automatización de la seguridad
Este apartado es muy útil para proteger a las empresas de amenazas típicas, como el phishing. Al automatizar los protocolos de seguridad se consigue reducir el error humano, ahorrar tiempo y esfuerzo.
5. Vulnerabilidades día cero
La inteligencia artificial en ciberseguridad elimina vulnerabilidades de día cero, es decir, cuando un hacker vulnera la seguridad antes de que los responsables del software puedan encontrar una solución.
Una colaboración entre personas y máquinas
Además de lo anterior, la inteligencia artificial también puede detectar amenazas internas, ataques a la red, archivos maliciosos, etc. En cambio, no puede interpretar los resultados, siendo esta labor de las personas. Por lo que, se abre ante la sociedad un nuevo ámbito de colaboración entre humanos y máquinas.
El incremento de los ciberataques que reciben las instituciones y empresas ha provocado que las personas no puedan hacer frente a todas las amenazas de manera eficaz. Por eso, la IA se ha convertido en una herramienta básica de apoyo para el mundo de la ciberseguridad. Suponiendo llegar antes de que se produzca el ataque, gracias al análisis e identificación de las amenazas que esta tecnología proporciona a los expertos en ciberseguridad. La red es inmensa y las personas requieren de un refuerzo para poder hacer frente a la avalancha de ciberataques de los últimos tiempos.
Por esa razón, no podemos olvidar que los sistemas de inteligencia artificial también pueden sufrir un ataque. Para ello, será necesario ejecutar sistemas seguros que protejan la seguridad de las máquinas. Y no olvidarnos de realizar copias de seguridad, crear contraseñas difíciles, actualizar los equipos, controlar los dispositivos extraíbles, crear un plan de seguridad y gestionar las brechas de seguridad de los sistemas TIC.
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