Inventarse un trabajo a medida

Quien quiera un trabajo deberá inventarlo a su medida. Moraleja: ¡hazte autónomo!  es la conclusión de Lynda Gratton, uno de los veinte pensadores más importantes del mundo de los negocios según The Times, en su libro “Prepárate, el futuro del trabajo ya está aquí. En él da una serie de consejos para tener un “futuro elaborado” y no “por defecto”. Sostiene que están proliferando nuevas y más inteligentes formas de trabajar, y sólo los que tengan la habilidad y agilidad para adaptarse sobrevivirán. Para ello, señala que es necesario desarrollar el capital intelectual, social y emocional.

Esto me recuerda a la conferencia a la que asistí hace unos meses en Fundación Telefónica en la que el profesor y escritor estadounidense Tim Clark, uno de los coautores del libro “Tu modelo de negocio”, hablaba de la necesidad de  generar «modelos de negocio personales», basados en las habilidades, competencias y activos de cada uno.

Él  interrelacionaba el mundo de los negocios y  el desarrollo personal porque si la innovación funciona  para reinventar la estrategia de una empresa, ¿por qué no va a servir para uno mismo? La clave para generar trabajo está, según ambos autores, en ser  más emprendedores. Lo cierto es que, ante un incierto mercado laboral, cada vez  son más quienes ven clara  la necesidad de reinventarse profesionalmente y buscar nuevos horizontes.  Lo veíamos en la última Thinking Party de la Fundación Telefónica.

 

Clark definió un modelo de negocio como la lógica que permite a una organización crear y suministrar valor. Y  ahora la vuelta de tuerca  consiste en crear un modelo de negocio personal. Dado que el trabajo es tan determinante en nuestras vidas, se hace imprescindible invertir todos nuestros esfuerzos en hacer de él una realidad adaptada a nuestras necesidades.

Una buena formación, afán de superación, creatividad e ingenio, proactividad, un entorno que favorezca el espíritu emprendedor, individualismo pero también colaboración, un perfil empresarial, flexibilidad, especialización, conocimiento TIC…son algunas claves del éxito.

Vivimos tiempos veloces e imprevisibles y el mundo laboral no escapa a esa incertidumbre pero parece, como se apuntaba en PULSO, que algunos oficios que hoy parecen ciencia-ficción, estarán entre los más codiciados y mejor pagados.

En las empresas, por su parte, se impone una mentalidad abierta para trabajar con equipos descentralizados, colabo­radores especializados, proveedores cambiantes y actividades multidiscipli­nares. Será clave el olfato para localizar ideas brillantes.

Algunas profesiones entre las 20 que un estudio de la consultora Fast Future pronostica que mejor se adaptarán a los avances científicos y tecnológicos que se avecinan de aquí al año 2030 son:

  • Granjero farmacéutico:que se dedicará a cultivar plantas modificadas genéticamente para que tengan a la vez propiedades alimenticias y terapéuticas.
  • Nanomédico: una mezcla de doctor e informático que, entre otras cosas, nos podrá implantar microchips que aumenten nuestra memoria.
  • Controladores de datos-basura: que nos protegerán de los hackers mezclando el Derecho y la Ingeniería Informática.
  • Gestor de la personalidad: porque el perfil real proyectado al mundo ya lo define el virtual y las empresas de representación online serán como asesores de políticos que además de mantener las cuentas del cliente en las redes sociales y vigilar sus niveles de privacidad, diseñarán avatares animados por inteligencia artificial y gestionarán el perfil personal para reforzar el profesional.

Para los más escépticos, un botón de muestra de este futuro que ya se asoma al presente:

La empresa Opower, como  watchman climático, diseña programas para controlar el gasto energético doméstico, y, está en la lista Forbes de las 10 compañías con más futuro; el pastelero Christian Escribà como arquitecto de realidad aumentada: amasa tartas virtuales que rellena con dulces también virtuales; la industria sociosanitaria y varias universidades holandesas y norteamericanas ya investigan sobre el desarrollo artificial de órganos humanos, sin riesgo de rechazo por el cuerpo receptor, y de paso en la producción, a partir de células madre, de carne saludable para el consumo humano.

 

Imagen portada |  Ella es Tanya

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