Inyecciones menos dolorosas

La tecnología ha logrado que las inyecciones sean menos dolorosas

Mediante una combinación de vibraciones y presión un equipo de investigadores ha logrado reducir el dolor que producen las inyecciones.

El pánico a las agujas no es una actitud extraña. Y aun sin llegar al extremo de tener fobia a los pinchazos, estos no resultan agradables a la mayoría de la gente. ¿Por qué iban a resultar agradables? A nadie le gusta que le claven un trocito de metal en el cuerpo, por muy fino y corto que este sea; y por muchos beneficios saludables que vaya a producir. El sentimiento más condescendiente ante una vacuna o un análisis de sangre suele ser la pereza. De esto es consciente el equipo de investigadores estadounidenses que ha trabajado sobre la posibilidad de reducir el dolor que causan las inyecciones.

También son conscientes –sobre todo– de que este desencanto hacia las agujas hace que muchas personas que necesitarían una inyección no se la pongan si no se les obliga a ello o se ven entre la espada (en este caso más delgada y sin malas intenciones) y la pared. Los perjuicios que esta actitud de dejadez puede causar han animado a un equipo de científicos de la American Society of Anesthesiologists a buscar una solución para crear inyecciones menos dolorosas.

Esos investigadores han probado el resultado que tiene un dispositivo que produce vibraciones y presión antes de aplicar el pinchazo. En sus experimentos han visto que estos efectos reducen la sensación de dolor en el paciente, pues impiden que las señales nerviosas correspondientes lleguen al cerebro. Es como si cerraran la comunicación entre el lugar donde entra la aguja y el cerebro, donde en realidad tiene lugar el dolor propiamente dicho.

Inyecciones menos dolorosas

La teoría dicta que el estímulo que causa el dolor tiene que viajar a través del sistema nervioso, por la autopista de la espina dorsal, hasta el cerebro para generar la sensación. Lo que consiguen las vibraciones y la presión es ocupar este canal de comunicación con el cerebro para que sólo sea capaz de detectar estos efectos y el estímulo que produciría el dolor se camufle entre ellos, perdiéndose.

Los investigadores han ensayado otras fórmulas para crear inyecciones menos dolorosas, como aplicar una combinación de calor y frío. Pero la mezcla de vibraciones y presión ha demostrado ser el método más eficaz. Pese a todo, el trabajo aún tiene que madurar un poco más. El estudio en el que se han basado los científicos ha tenido como muestra a 21 personas, seleccionadas específicamente para poder mediar la sensación de dolor de la forma más objetiva posible. Sin embargo, se requieren nuevas pruebas para verificar y ajustar los resultados.

Imágenes: John Twohig Photography y Phil and Pam

Sobre el autor

RELACIONADOS

GPTs Custom

Cómo hacer GPTs Custom

Hace unos meses, OpenAI presentó una nueva función para ChatGPT, el popular chatbot de la compañía que funciona gracias a GPT-4, su modelo de...