Una casa con la que puedes elegir si pasas la noche en mar o en tierra

¿No sabes dónde dormir esta noche? Ayer estuviste en mitad del mar, y hoy te apetece estar en tierra. Ya es posible.

Según el Banco Mundial, la población del mundo ronda los 7.376 millones. Una cifra en crecimiento constante, y cada día con mayor velocidad. Los problemas derivados de esta cuestión son de sobra conocidos, y además muy numerosos: falta de materias primas y alimentos para satisfacer las necesidades de todos los habitantes, falta de agua potable y saturación de los espacio habitables en las ciudades.

Hay millones de soluciones a estas cuestiones, pero una de ellas nos ha llamado especialmente la atención, sobre todo uno que nos da la posibilidad de aliviar la cantidad de población que ocupa las ciudades. ¿Qué pasaría si pudiésemos elegir dónde vivir cada día? Y sobre todo, ¿qué sucedería si entra esas decisiones está el poder vivir en el mar con la misma casa que en tierra?

Claudia Moffat, una ingeniera australiana amante de los viajes, ha diseñado una casa rodante y flotante a la vez. A partir de un proyecto que en un principio parecía bastante sencillo, esta ingeniera consiguió construir su casa con un sistema deslizable que puede flotar en el agua, colocarse en tierra o ser remolcada. Muchos pondrían pensar que con estas características tendría que ser una casa más bien pequeña, pero está pensada para  cuatro personas, ampliable a dos más en caso de necesitarse. Y esto contando con el hecho de que dispone de todo lo necesario para vivir.

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Incluye, además, el factor de cuidado medioambiental. Dispone de una serie de paneles solares en el techo con los que generar energía suficiente para el consumo autónomo de la vivienda. Añadiendo materiales que permiten adaptarse a las condiciones climáticas de la zona donde esté en ese momento la «casa».

De momento, Claudia lo usa como vivienda propia pero es de imaginar que alguna empresa de transportes ya tenga el ojo echado a su proyecto de ingeniería respetuoso con el medio ambiente. Suponiendo todo esto que el proyecto se convierta en algo a lo que pueda acceder más gente, y que rebaje los altos coste que ha supuesto fabricarlo desde cero.

Imágenes: Gizmag

 

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