fotosíntesis artificial

La fotosíntesis artificial logra un rendimiento récord

Científicos de la Universidad de Monash han logrado un nuevo récord en el diseño de un dispositivo de fotosíntesis artificial para generar energía limpia y sostenible.

Uno de los mejores ejemplos de la aplicación de la biomímesis es el desarrollo de la fotosíntesis artificial, un sistema por el cual tratamos de imitar a las plantas para producir energía.

Estos organismos vivos son los más eficientes a la hora de obtener energía a partir de la luz del Sol. Imitar este proceso supone un verdadero reto tecnológico, que busca construir «hojas artificiales» con las que producir energía de manera limpia y sostenible.

A pesar de que la idea original de la fotosíntesis artificial data de 1912, tuvimos que esperar más de seis décadas para ver el desarrollo pionero de esta tecnología. En los setenta, científicos japoneses crearon el primer dispositivo que aprovechaba la luz solar para romper moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno.

fotosíntesis artificial

Más adelante, la empresa asiática Panasonic presentaba sus últimos resultados sobre un sistema de fotosíntesis artificial en el que llevaba trabajando desde 2009. Su objetivo era lograr un rendimiento de conversión del 1%, con el fin de que la tecnología fuera tan eficaz como rentable.

Lejos de acercarnos la fotosíntesis artificial, la investigación parecía no conseguir las metas de rendimiento propuestas. Un nuevo trabajo realizado por científicos de la Universidad de Monash podría romper con esta tendencia, ya que han desarrollado un dispositivo capaz de superar el récord de eficiencia energética logrado hasta el momento, situado en el 18%.

El equipo de Leone Spiccia ha conseguido un sistema que presenta un 22% de rendimiento en la obtención de hidrógeno a partir de moléculas de agua, un resultado posible gracias al paso de una corriente eléctrica a través de un dispositivo que contiene agua.

fotosíntesis artificial

La ruptura electroquímica de moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno podría convertirse en una fuente de energía limpia y sostenible, en el caso de que asegurara su máxima rentabilidad. A pesar de las promesas ofrecidas durante décadas, el trabajo de los investigadores australianos hace realidad un sueño que parecía ser una utopía.

Aunque todavía queda tiempo hasta que la fotosíntesis artificial pueda ser una fuente energética realista, lo cierto es que el hidrógeno obtenido podría transformarse en electricidad directamente en células de combustible habilitadas para ello. De lograrlo, haríamos posible una idea planteada hace más de un siglo, y que podría reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Imágenes | Mopic (Shutterstock), Gemack (Pixabay), Rony Michaud (Pixabay)

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