Los organismos públicos se preparan para el desarrollo de los coches autónomos y su acogida dentro de la sociedad.
La NASA va a empezar a colaborar en un proyecto conjunto destinado al desarrollo de los coches autónomos, así como a la preparación para su llegada. El Centro Espacial John F. Kennedy, situado en Merritt Island, al lado de Cabo Cañaveral, será el organismo de la agencia espacial que se implique en esta iniciativa. Se trata de una iniciativa pública estadounidense que pretende allanar el camino para esta tecnología.
El desarrollo de los coches autónomos ya está sucediendo. Y son muchas las compañías que se han sumado a esta tendencia. Empresas tecnológicas, marcas de automoción e incluso otro tipo de organizaciones, como Uber, se han lanzado a investigar. Entre tanto, los organismos públicos van a la zaga , arrastrados por la corriente.
El Departament of Transportation de Estados Unidos quiere invertir esta tendencia. Después de todo, los coches autónomos cristalizarán sobre las carreteras de los países y las calles de sus ciudades. Así que las instituciones públicas y reguladoras tienen que mucho que decir en esta adopción. De ahí que esta agencia estadounidense haya pedido oficialmente propuestas para un programa piloto de pruebas.
La NASA ha sido una de las entidades seleccionadas para llevar a cabo estas pruebas, en las que colaboran entes gubernamentales, representantes de la industria y del mundo académico. El objetivo es descubrir y compartir las mejores prácticas para poner en marcha esta tecnología.
La agencia espacial estadounidense ya ha evaluado coches autónomos, especialmente lo relativo a los sensores. Estos son los sentidos, ojos y oídos, del vehículo , con lo que tienen que funcionar a la perfección. La NASA ha probado cómo funcionan algunos de estos receptores de datos en condiciones extremas. Y es que es imprescindible que los sensores rindan de forma precisa durante el amanecer o el atardecer, así como ante un deslumbre provocado por las luces largas de un coche, en situaciones de niebla o lluvia intensa.
Aún no está claro el papel que jugará la NASA en estas pruebas promovidas por el Department of Transportation. Sin embargo, el sesgo en tecnología punta de la agencia la sitúa en una posición ventajosa para poner al límite a los vehículos. Así, se estudiaría uno de los aspectos que más inquietud suscita, como es la seguridad.
Imágenes: jurvetson, NASA