La compañía de Elon Musk será la encargada de propulsar al satélite SWOT, encargado de hacer estudios pioneros sobre topografía, oceanografía e hidrología.
SpaceX, la conocida compañía de Elon Musk centrada en las misiones espaciales, y con la vista en el largo plazo puesta en la llegada del hombre a Marte, ha conseguido un contrato para lanzar el satélite SWOT de la NASA y CNES, la agencia espacial francesa. En lanzamiento está planeado para abril de 2021, cuando una nave Falcon 9 cargará con SWOT desde la base Vandenberg Air Force en California.
El coste en que la NASA incurrirá, en horas bajas tras la amenaza de Donald Trump de cortar el presupuesto para investigaciones sobre clima, será de 112 millones de dólares. En dicha cifra se incluyen los costes del servicio de lanzamiento, el procesado de la nave, la integración de la carga y, posterioremente, el seguimiento, recogida de datos y soporte de telemetría.
SWOT pesará unas dos toneladas cuando la Falcon 9 despegue con ella, y será el primer satélite dedicado al estudio y seguimiento del agua de nuestro planeta para observar cómo evolucionan los principales mares y océanos a lo largo del tiempo. Se trata de un tema imprescindible, ya que muchas poblaciones pueden desaparecer de aquí a un siglo si se cumplen las realistas predicciones sobre el deshielo.
No será la única tarea de SWOT relacionada con los flujos de agua, y es que también monitorizará al menos dos veces cada 21 días los lagos, ríos, reservas y océanos, para mejorar en las predicciones meteorológicas y climáticas, hasta ahora hechas por satélites Jason, que ofrecían un grado de precisión mucho menor sobre aspectos como la altura de las olas.
Como se puede comprobar, el conjunto de estudios oceanográficos, topográficos e hidrológicos de SWOT no tiene parangón en la actualidad. La calidad del agua y cómo afecta esta a la evolución de los ecosistemas es otro de los espacios a los que el satélite ayudará. Elon Musk es uno de los grandes beneficiados del proceso, pues logra más financiación para que SpaceX siga persiguiendo su meta, para la que ya han afirmado que necesitarán ayuda externa.