Realidad aumentada en los juicios

La nueva tecnología que se colará en los juicios es la realidad aumentada

La introducción de realidad aumentada en los juicios podría dar lugar a un avance a la hora de traer declaraciones de víctimas que se sientan incómodas en presencia de su presunto agresor.

"Que se llame al testigo", la voz del juez resuena en la sala. Tal vez no sea grave ni imperiosa como marca el cliché, pero desprende autoridad. Lo avala el peso de la ley. Así que el testigo es llamado. Unos técnicos revuelven algo en un rincón de la sala y frente al juez y al fiscal aparece**** la representación del testigo en forma de holograma 3D. "¿Jura o promete decir toda la verdad?", la pregunta es la de siempre. "Sí, juro", y la respuesta también. No importa que kilómetros de distancia separen a juez y testigo, ni que en la sala solo haya una proyección del segundo.

No es una escena de ciencia ficción exaltada. De hecho pronto podría haber realidad aumentada en los juicios. La introducción de esta tecnología está relacionada con el rechazo a testificar que a veces sienten las víctimas o los testigos en un caso de agresión.

Muchas víctimas de un abuso han descrito declarar en un juicio ante su agresor como volver a experimentar la agresión que sufrieron. Psicológicamente es un duro golpe para una víctima encontrarse de nuevo con su atacante , estar en la misma sala que él, bajo su escrutinio. La culpabilización de la víctima, a veces la autoinculpación, puede causar un trauma a la persona. Y la cercanía con el atacante en una situación tan delicada como el juicio no contribuye a suavizar las cosas.

Actualmente existen formas especiales de compadecer, como el vídeo. Pero se trata de una fórmula muy impersonal, una mediatización tecnológica que deshumaniza el testimonio. Es algo que puede influir en el veredicto. Los abogados suelen manifestar que el aspecto de un testigo, víctima o acusado influye en la opinión del juez. Y un testimonio en vídeo siempre tiene menos impacto.

Realidad aumentada en los juicios

Sin embargo, si se introduce la realidad aumentada en los juicios se podrían llevar hologramas 3D a las salas. Esto añadiría un componente de cercanía a la declaración , pero manteniendo la distancia entre acusado y testigo.

La tecnología podría ser especialmente útil para casos de asaltos sexuales, donde el sufrimiento hace que la víctima rechace volver a encontrarse con su agresor. Y, por otro lado, a veces los jueces tienen que poner una buena dosis de su intuición para determinar si ha habido agresión. Un holograma 3D permite captar con más detalle los gestos y la expresión de un testimonio que un vídeo.

Imágenes: Visual Content, Government Press Office (GPO)

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