Con la pandemia como punto de inflexión, muchas empresas se plantean que las oficinas no volverán a ser como antes. El trabajo en remoto lo ha cambiado todo. Ya existía con anterioridad, pero no a la escala en que lo hemos visto ahora. Además, ha sido una prueba de fuego para muchas compañías, que han comprobado que sus operaciones podían continuar con toda o casi toda la plantilla conectada desde sus casas. El trabajo híbrido es un escenario que gana adeptos y se posiciona como una solución de futuro.
Y es que no solo las empresas han comprobado que podían operar bajo el trabajo remoto. Los propios empleados han sido testigos y ejecutores de ello. Y muchos se han mostrado satisfechos con esta modalidad. Por eso cabe pensar que entre los beneficios laborales que ofrece un puesto para atraer talento cada vez se ofrezca más la posibilidad de al menos realizar trabajo híbrido.
Esta fórmula permite al empleado trabajar unas veces desde la oficina y otras, desde su casa. Sin embargo, esta enorme transformación del entorno laboral acarrea nuevas exigencias. De ahí que las soft skills, esas cualidades personales más allá de las capacidades profesionales, adquieran un papel más relevante aún.
Especialmente en los trabajos digitales, donde la tecnología cada vez abarca más funciones, se buscan las soft skills. Johanna Bolin Tingvall, global head learning and development de Spotify, hablaba de estas cualidades como de “habilidades duraderas”. Las llama así porque las transformaciones que produce la tecnología convierten algunas habilidades técnicas en perecederas. Sin embargo, la persona siempre podrá contar con estas soft skills. Y las hay que destacan aún más en un entorno de trabajo híbrido.
Capacidad de gestionar relaciones en remoto
Uno de los mayores problemas a la hora de trabajar desde casa es el aislamiento de los empleados. En el blog de LinkedIn recogen algunas de las soft skills más idóneas para el trabajo híbrido. Y una de ellas es la capacidad de construir relaciones incluso con la intermediación de las pantallas.
Es lógico que se busque esta cualidad para aquellos que vayan a realizar trabajo híbrido. En un entorno de oficina resulta sencillo establecer relaciones y cultivarlas, pero no ocurre lo mismo cuando cada empleado está deslocalizado. Se genera un desequilibrio mayor en la confianza entre los trabajadores. Y esto puede tener consecuencias, como perder la aportación de algunos de los miembros del equipo, en reuniones o colaboraciones.
Desde luego, se espera de un responsable de grupo que tenga la cualidad de tender puentes dentro de su equipo. Puede planificar con tiempo las reuniones, para que la gente más introvertida las prepare mejor, asegurarse de que se entienden las directrices o contactar individualmente con alguien para fortalecer su confianza o mejorar la comunicación. Pero esta es una soft skill que también resulta atractiva en los propios miembros del grupo. Y es que con mejores habilidades para entender la comunicación online les será más fácil afrontar este modelo de trabajo.
Capacidad de organización
Parece una obviedad pero el trabajo híbrido comporta una serie de condicionantes que hay que conducir con cierto orden. El empleado tiene que reservar un tiempo a sus tareas, otro a las videollamadas, incluso algunos momentos a llamadas individuales. En la oficina las conversaciones informales se suceden continuamente y resolver una duda a veces es tan sencillo como cambiar un par de frases. Esto no siempre es así cuando se trabaja en remoto, ni siquiera con herramientas de comunicación en tiempo real.
Desde casa no siempre es posible agarrar el teléfono y llamar a esa persona que nos va a resolver la duda. Con frecuencia es necesario agendar una llamada, aunque sea breve. Y cuando nos piden a nosotros una reunión debemos planificarla acorde a nuestros tiempos.
En las videollamadas se valora el haber pensado de antemano sobre los temas a tratar. De esta forma se ha reflexionado previamente sobre las preguntas que pueden hacerse, para clarificar cuanto más, mejor. Tener claras las prioridades de cara a la videoconferencia resulta útil para todos, pues evita que el asunto se descentre y ahorra tiempo.
Inteligencia emocional
De nuevo es una de las soft skills que se demanda a nivel general. Tiene un enorme impacto en el trato con los compañeros, los superiores y las personas a nuestro cargo. Pero en el trabajo híbrido su necesidad es perentoria. Trabajando desde casa se puede disparar el estrés por múltiples causas. La sensación de asilamiento profesional, por no estar en la oficina, o incluso personal, por una reducción de la vida social, el compaginar el trabajo con actividades domésticas o la conciliación con la vida familiar pueden llevar a rendir de forma desigual a una persona.
Empatizar con la situación personal de cada uno hará que el trato se produzca desde la comprensión. Además, entender cómo nuestro comportamiento puede afectar a los demás nos hará reaccionar de forma más mesurada. De ahí que sea importante prestar más atención si cabe al tono para dirigirse a los demás.
Resiliencia y adaptabilidad
La asociación empresarial británica CBI comentaba en un informe que el trabajo híbrido presenta retos importantes a la hora de gestionar la salud mental y el bienestar de los empleados. Un 42% de las empresas consultadas para el estudio (en Reino Unido) habían introducido estrategias adaptadas al nuevo entorno para lidiar con estas cuestiones.
La atención que han empezado a poner algunas compañías en este asunto es decisiva, en tanto afecta no solo al rendimiento de la plantilla sino a su bienestar general. Trabajar desde casa puede resultar más frustrante que hacerlo desde la oficina en muchas ocasiones. Y la resiliencia de los empleados frente a estas transformaciones es clave. Una parte consiste en adaptarse a la situación y a las variaciones de la misma. Pero hay otra parte, más proactiva, en la que los trabajadores se involucran en el diseño de nuevas formas de colaborar y llevar el día a día en la empresa. Todo ello con el fin de garantizar un entorno más favorable para el equipo.
Foto de portada: Nikotxan
