Telefónica se asocia con Cattle-Watch para conectar la industria ganadera al Internet de las Cosas (IoT)
Le hablo a mi padre de los wearables. Nunca ha oído hablar de ellos. Le explico que son dispositivos electrónicos que te pones, como una pulsera o un cinturón, y te dicen tu pulso, cuántos pasos has dado o si te has pasado con las calorías a la hora de comer. Pone cara de no entender, pero asiente. Le digo que incluso el ganado tiene sus propios wearables, que ya hay aparatitos conectados a Internet que “se ponen” las vacas. Así es posible monitorizarlas y saber si están enfermas, si van a parir o si están bien alimentadas. Mi padre, que casi toda su vida ha sido ganadero a pequeña escala en mi tierra, Asturias, alucina. Vemos fotos en Internet, una ventana al mundo que mi padre descubrió hace tan solo unos años. Imágenes de vacas que han sustituido sus tradicionales cencerros por modernos collares conectados. “Me parece muy útil”, me dice, y recordamos juntos esas vacaciones en tensión por si una vaca se ponía de parto u otra sufría un accidente. “Con esta tecnología el ganadero ve todo en su móvil, hasta se entera de si le han robado”. Ahora es mi padre quien me explica a mí con creciente entusiasmo.
Los dos coincidimos en ver esta tecnología como una gran solución, directamente ligada a la productividad. No para él, que nunca pasó de tener más de dos o tres vacas para el consumo familiar, pero sí para grandes explotaciones ganaderas con rebaños formados por millares de cabezas. Es en estos casos cuando es posible asumir y monetizar una inversión en tecnología de tal envergadura. Es en este escenario donde se comprueba que el llamado Internet de las Cosas (IoT) va mucho más allá del hecho de tener un frigorífico conectado a la red.
Internet de las vacas
Una de las compañías punteras en este sector es Cattle-Watch, que recientemente ha firmado un acuerdo con Telefónica para incorporar a sus productos para América la solución Smart M2M (máquina a máquina), desarrollada para la gestión y el control de las comunicaciones IoT. Cattle-Watch impulsa así el desarrollo e implementación de un sistema que, según afirman, repercutirá en una mayor cantidad de alimentos para el mundo.
Sin duda, el objetivo es noble. Pero, ¿cómo lo harán?, ¿cómo ayudan sus soluciones con conectividad IoT a los ganaderos y a la productividad? Cattle-Watch ha desarrollado unos crotales (placas que se colocan como pendientes) y unos collares electrónicos (dotados de sensores capaces de transmitir en zonas sin cobertura móvil y que funcionan con energía solar), que recogen y emiten información sobre el comportamiento de las vacas, su estado nutricional y de salud o su ubicación. Síntomas que pudieran pasar desapercibidos a simple vista, son ahora registrados para así, por ejemplo, detectar enfermedades de forma temprana. El ganadero recibe estos datos directamente en su móvil u ordenador y toma decisiones eficientes sobre la gestión del rebaño, ahorrando tiempo y costes. Con el sistema Cattle-Watch el ganadero recibe también alertas en caso de robo y puede enviar un dron con cámara incorporada al lugar donde se encuentra el ganado. Este “pastor dron” es capaz de hacer un recuento de cabezas y grabar imágenes, tanto diurnas como nocturnas, que el ganadero puede ver en directo desde su smartphone u ordenador sin salir de su casa.
Normal que mi padre alucine, ¿no? Cuando una vaca está “próxima a parir” se manifiestan en ella unos cambios anatómicos apreciables por un buen y experimentado observador. No sé explicarlo bien, pero mi padre me mostraba de niña cómo una depresión en la zona de la cadera de la res, se iba hundiendo cada vez más según se acercaba el día. Eso anunciaba un parto cercano y tocaba estar alerta. Actualmente ya es posible sustituir el ojo del ganadero por tecnología capaz de detectar los cambios de temperatura corporal que experimenta el animal previo al parto, calcular este momento con precisión y prepararlo adecuadamente.
Hay además, otros sistemas que identifican el momento para inseminar una vaca. Los investigadores han observado que cuando el animal entra en celo, se mueve y se agita de forma particular. Pero este periodo apenas dura entre 12 y18 horas cada 21 días. El sistema Gyuho, desarrollado por Futijsu, es capaz de identificar este momento gracias a un podómetro y enviar una alerta al teléfono u ordenador del ganadero para que éste prepare la inseminación y eleve exponencialmente el éxito de la misma. Dicen que la precisión es tal que el sistema es capaz incluso de indicar el mejor momento para hacerlo si se quiere que la cría sea macho o hembra. Increíble.
Collares, pulseras, pendientes para las orejas… hasta ahora hemos hablado de wearables portátiles que los animales «visten». ¿Pero os imagináis wearables ingeribles? Lo que en humanos aún está en fase de estudio, en el sector ganadero es una realidad gracias a Vital Herd. Esta compañía ha desarrollado una e-píldora que se aloja en el estómago rumiante y controla el ritmo cardiaco, la respiración, la acidez del estómago o los niveles hormonales, y avisa a los responsables si se detecta algún problema. Doblemente increíble.
Llegó el momento del Internet de las vacas, de las ovejas, de las cabras… La tecnología ha llegado a los establos y pastos para quedarse y revolucionar la manera en que los ganaderos cuidan a sus animales.