Rusia destruirá la basura espacial con un cañón láser

Rusia anuncia un plan para derretir la chatarra que orbita alrededor de nuestro planeta en cuestión de segundos y no verse obligada a parar la carrera espacial por 100 o 200 años.

Por extraño que parezca, no se trata del guión de la última película de James Bond. Científicos de Precision Instrument Systems (PIS), en Rusia, planean construir un láser para destruir parte de la basura espacial que orbita alrededor de la Tierra.

La NASA estima que al menos 5.000 toneladas de basura espacial se encuentra actualmente volando por el espacio, lo que perjudicará los viajes espaciales en un futuro (en 100 ó 200 años). Según la revista Nature, EE.UU. tiene fichados en la actualidad más de 9.000 objetos artificiales.

Por si fuera poco, esto supone una amenaza para nuestra seguridad, que, desde 1991, se ha visto afectada por tres colisiones de basura espacial en la órbita terrestre. Y, según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA), la colisión de un objeto de tan solo un centímetro contra la Estación Espacial Internacional podría llegar a comprometer el estado de la nave.

¿La solución? Un rayo láser de estado sólido capaz de concentrar la energía en un punto y cuya potencia pueda ser modulada y capaz de destruir un objetivo. Ahora, la Academia Rusa de Ciencias pretende convertir un telescopio óptico de tres metros en un láser situado en la región de Altái.

Por su parte, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio ha apostado por Nano Rack Remove Debris, un dispositivo destinado a limpiar los restos que distintas misiones espaciales han dejado a su paso, y así evitar que satélites de monitoreo ambiental sean colisionados. Este procedimiento será capaz de disolver los restos de naves espaciales o cualquier otro tipo de basura hasta hacerlos desaparecer.

Para las agencias espaciales existen cuatro tipos de residuos: la basura que genera la tripulación (restos de comida, heces, orina, ropa sucia, etc.), los equipos que dejarán de utilizarse, los residuos producidos durante experimentos, y los equipos usados para asegurar la carga dentro de las naves durante el lanzamiento.

Japón fue el primero en mostrar su preocupación proponiendo la idea de instalar un láser en la Estación Espacial Internacional, pero, posteriormente, se sumaron al proyecto especialistas de Europa y Rusia. A su vez, la empresa del magnate Elon Musk, y su proyecto SpaceX, busca la forma de viajar al espacio exterior con un cohete construido con piezas reutilizadas de otros lanzamientos. De esta manera, se reutilizaría una gran cantidad de desechos generados por cada lanzamiento.

Defensa, geopolítica y carrera armamentística

Pero no se trata de un tema exclusivamente científico, existen más variables que distorsionan las intenciones al servicio del desarrollo. En materia geopolítica o defensa, la carrera armamentística conlleva serias consecuencias internacionales.

En un segundo intento, a finales de 2016, Rusia llevó a cabo pruebas exitosas del avión A-60, que en principio también contarían con un láser de combate. Sin embargo, en 2011, los trabajos de desarrollo del armamento láser para el avión se suspendieron. Y ahora Rusia está reactivando este programa y trabajando en el láser de combate Skif-D.

En este escenario, Rusia prueba suerte con la industria de los láser desde la Guerra Fría, en la década de los 70. Esta nació con la idea de pistola láser, cuyo objetivo era servir como arma de autodefensa personal de los astronautas, pero debido a varios problemas no se contaba aún con la tecnología necesaria. ¿Cuál será el próximo invento de Rusia?

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