Lilium: ¿el transporte personal del futuro?

Lilium es un nuevo concepto de aeronave con aspecto futurista y creado para la edad contemporánea. Su motor eléctrico es capaz de volar a una velocidad de 300 km/h, cuenta con una hora de autonomía y no emite gases ni prácticamente ruidos.

Este taxi volador ha realizado con éxito su primera prueba de vuelo en Alemania. Creado por la Universidad Técnica de Múnich, este desarrollo es parte de la inversión de la Agencia espacial Europea (ESA). El equipo que lo ha llevado acabo está compuesto por Daniel Wiegand como cofundador y CEO de Lilium, que cuenta con más de 40 trabajadores.

El objetivo que se planteó el equipo de Lilium fue redefinir el concepto de avión-coche con un mejor rendimiento en cuanto a seguridad, ruido, velocidad, alcance y recarga de baterías que los conceptos existentes hasta ahora, reduciendo la complejidad del sistema un tercio.

La clave está en su diseño

Lilium destaca por la sencillez de su diseño. Es la clave de su eficiencia, ya que, en comparación con otros vehículos espaciales, esta aeronave prescinde de cajas de engranajes, hélices articuladas y sistemas de refrigeración con agua. El prototipo es completamente respetuoso con el medio ambiente gracias a sus 0 emisiones de CO2 y al bajo ruido que produce, ya que solo se compone de turbinas eléctricas y baterías.

Fuente: Lilium

Además, gracias a su diseño minimalista y su precisa aerodinámica es posible conseguir un bajo coeficiente de resistencia que permite a los motores eléctricos proporcionar un empuje diferencial y una buena estabilización durante el vuelo crucero, que no necesita de una larga cola como poseen, por ejemplo, las avionetas tradicionales. Estos beneficios que proporciona su funcional estética se ven reflejados en la velocidad que es capaz de alcanzar un consumo de energía, similar al de un coche eléctrico. Sus baterías son capaces de proporcionar hasta una hora de autonomía, por lo que se podría realizar un trayecto de Londres a París sin repostar.

En cuanto a la conjugación entre estética y funcionalidad del aparato, este avión personal dispone de dos puertas que se abren hacia arriba, recordando a las alas de cualquier pájaro cuando va a emprender el vuelo, y dejando un espacio suficientemente amplio para que los pasajeros puedan disponer sus equipajes y sentarse en su interior de manera cómoda. Su gran parabrisas delantero permite una vista panorámica para disfrutar del paisaje durante el vuelo.

¿Cómo funciona?

Este jet posee cuatro alas rígidas. Las dos traseras están compuestas, cada una de ellas, por doce turbinas, mientras que las delanteras solo portan seis. Todos los propulsores se inclinan de manera simultánea dependiendo del modo de vuelo que se precise. Las turbinas van cambiando su ángulo de manera gradual para pasar de un desplazamiento vertical a uno horizontal y poder así desplazarse como si se tratase de un avión convencional.

Lilium se sirve de un sistema integrado de gran elevación que le permite aumentar su equilibrio en suspensión incluso a bajas velocidades, ahorrando energía y sin emisiones contaminantes. Los propulsores funcionan de manera similar a los motores a reacción. Los motores eléctricos de alto rendimiento con los que se propulsa absorben el aire, lo comprimen y expulsan, por la parte trasera de la turbina, un chorro a presión con capacidad suficiente de levantar la aeronave y conseguir su desplazamiento a una velocidad de 300 km/h.

Fuente: Lilium

Por otra parte, estas turbinas se caracterizan por solo tener una parte en movimiento, que se encuentra en el eje central sujetando el ventilador en la parte delantera y los imanes del motor eléctrico. De esta manera se asegura un rendimiento fiable y bajos costes de mantenimiento del sistema de propulsión en comparación con los rotores que se pueden encontrar en los helicópteros. Los complejos mecanismos de los rotores tradicionales traspasan las vibraciones a la cabina haciendo vibrar a todo el aparato y restando confort a los pasajeros.

 Seguridad

Desde Lilium destacan el esfuerzo que ha puesto todo el equipo en que sea un vehículo seguro. Sostienen que otras aeronaves cuentan con un número inferior de motores que depende muchísimo de ellos, mientras que tener 36 turbinas independientes es mucho más fiable en caso de que fallase alguno de ellos.

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