Científicos demuestran en Nature que es posible controlar y aumentar la velocidad de reacciones químicas mediante el uso de campos eléctricos externos. Su hallazgo podría tener importantes implicaciones industriales.
El mundo de la química es tan fascinante como complejo. El desarrollo de fármacos o la síntesis de polímeros plásticos utilizados en nuestro día a día dependen por completo de reacciones químicas. Abaratarlas y simplificarlas sería ideal para reducir los costes industriales, mejorar su eficiencia y garantizar la sostenibilidad ambiental. Para lograrlo, existen investigaciones muy importantes que utilizando catalizadores -como muchas proteínas o láseres- sirven para acelerar y hacer más eficaces dichas reacciones.
Con la excepción de un tipo de reacciones químicas, conocidas como reacciones redox, los científicos no habían sido capaces hasta la fecha de controlar y aumentar la velocidad de dichas reacciones utilizando campos eléctricos externos. Sin embargo, un trabajo publicado en Nature demuestra por primera vez que aplicar un voltaje entre dos puntos ayuda a hacer que las reacciones químicas sean cinco veces más rápidas.
«El sueño de los químicos es acelerar las reacciones químicas (menos las explosivas) y hacerlas selectivas», explica el Dr. Florentino Borondo, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, a Hipertextual. Una frase que resume bien el objetivo del trabajo, que ha logrado por primera vez controlar reacciones químicas de tipo Diels Alder mediante el uso de electricidad estática.
Esta reacción es muy importante en el campo de la química orgánica. Muchos de los procesos aplicados para fabricar nuevos fármacos o sintetizar polímeros se basan precisamente en este tipo de reacciones químicas. Acelerarlas, como han demostrado los investigadores en un entorno nano, permitiría mejorar la eficiencia y reducir los costes de este tipo de procesos industriales. El sueño de todo químico en el laboratorio, pero también de cualquier emprendedor que trabaje en este tipo de desarrollos.
La reacción de Diels Alder fue descubierta por Otto Diels y Kurt Alder. Su hallazgo fue de tal envergadura que ambos investigadores ganaron el Premio Nobel en 1950. Pero lo que no sabían es que algo tan común como la electricidad podría servir para acelerar la velocidad a la que ocurren este tipo de reacciones químicas. Una aproximación que ya se había conseguido con láseres; una estrategia que, sin embargo, resultaba demasiado costosa y difícil de implementar. Si se demuestra que es posible controlar las reacciones químicas mediante campos eléctricos externos en entornos diferentes a los de una molécula, habremos dado un salto de gigante en investigación e innovación relacionadas con el mundo de la química.