Una nueva investigación demuestra que se puede imprimir en 3D cerámica, un material importante para campos como la aeronáutica.
Un equipo de investigadores de los HRL Laboratories, cuya propiedad comparten General Motors y Boeing, ha desarrollado una tecnología para imprimir en 3D cerámica, un material que amplía las posibilidades de fabricación, especialmente en lo que se refiere a campos como la aeronáutica o el sector militar. Se trata de una nueva opción que se añade a la impresión 3D, que normalmente usa polímeros de plásticos y metales.
La adición de nuevos materiales para imprimir en 3D acerca este método de producción a la fabricación industrial y lo hace más adaptable. El uso de metales ya ha supuesto un salto cualitativo y la introducción de la cerámica permitirá pensar en la impresión 3D para crear partes de cohetes o el exterior de los aviones.
La NASA lleva tiempo investigando el empleo de impresión 3D para abaratar el coste de la fabricación de cohetes. Al principio solo eran los motores de los cohetes, pero ahora se piensa en fabricar los cohetes enteros con esta técnica, que la NASA prevé que tenga una gran relevancia en la exploración de Marte; incluso se plantea la posibilidad de llevar una impresora 3D a Marte para crear herramientas allí.
Para hacer ciertas partes de un cohete los materiales tienen que resistir bien las altas temperaturas. Los resultados del trabajo proveniente de los HRL Laboratories son una buena noticia para las aspiraciones de la NASA. Los investigadores han desarrollado una resina basada en lo que llaman polímeros precerámicos, cuyas características físicas hacen que se convierta en cerámica cuando se expone a altas temperaturas. Además, el material resultante es capaz de soportar 1.700 grados sin apenas sufrir oxidación.
La ventaja de esta resina es que se comporta bien cuando se la somete a dos técnicas de fabricación con las que se trata la cerámica. Una de ellas consiste en el empleo de un rayo láser, que se utiliza para construir capa a capa, mientras la otra se sirve de luz ultravioleta y moldes con patrones para elaborar estructuras complejas en tres dimensiones, como entramados.
Imprimir en 3D cerámica es un proceso delicado, pues el material debe estar muy bien formado o de lo contrario es fácil que surjan grietas o directamente se fracture. Y cuanto más compleja es la forma que se le quiere dar más posibilidades hay de que la estructura quiebre. Por ahora las piezas que se han impreso para probar la resina se miden en micras.
Imágenes: kaboompics y HRL Laboratories