Una futura generación de consumidores con nuevas características, necesidades y demandas que conviene conocer a los medios de comunicación.
Confieso que uso, y mucho, Wikipedia para informarme o para salir de dudas sobre cualquier tema que se me plante en el día a día. Sé que no es la mejor fuente de información del mundo, pero es que es fácil, rápida, cómoda y siempre tiene una respuesta. Y es que, la generación de los millennials, mi generación, no es tan exigente con la información que lee, porque falta tiempo o simplemente porque se busca “salir al paso” sin muchas más pretensiones.
Este cambio en el consumo de información está suponiendo una comedura de cabeza para los medios de comunicaciones tradicionales, anunciantes, periodistas…, y para todos aquellos que dedican sus vidas a la comunicación en general. Llegar a la generación Y requiere de nuevas armas y, por tanto, de nuevos ajustes. Sus hábitos de consumo son un indicador aproximado para entender cuál será el desarrollo del mercado mediático y publicitario, guiando a las marcas en su adaptación a los gustos y necesidades de las nuevas generaciones. Lo cierto es que existe una explícita apuesta por el uso de Internet, redes sociales o vídeos en streaming como fuentes de información. Pero en esta generación no se queda la cosa, estos cambios en los hábitos de consumo no solo están afectando a este colectivo sino que se está extendiendo también por generaciones anteriores.
Esto no lo decimos nosotros. Ya tenemos datos que alertan de este profundo cambio, según el informe realizado por LEK Consulting “Análisis de la vida-etapa de los Millennials, la gran amenaza para la televisión tradicional” , publicado en Londres en enero de este año. El estudio analiza la vida de esta generación desde los 16 hasta los 34 años, pasando por todas las etapas vitales. Se revela un aspecto muy importante sobre los millennials. Según se van haciendo mayores no modifican sus hábitos de consumo, sino que este cambio es definitivo, por ello los medios necesitan adaptarse a este nuevo contexto.
Omnicalidad como tendencia
Según revela el estudio, los jóvenes solo ven televisión 10 horas a la semana, menos del doble que las generaciones anteriores. Y si no invierten el tiempo en ver la tele, ¿en qué lo hacen? Pues bien, esta generación se pasa delante de un ordenador viendo vídeos online más de 11 horas semanales, y 7 horas por semana en las redes sociales o escuchando música en streaming.
Los no-millennials usan mucho más el ordenador que la generación Y, que combina la multipantalla y el multidispositivo para sus actividades, lo que se traduce en un comportamiento multitasking. Es decir, la capacidad, o necesidad de hacer varias cosas a la vez. Para ello, las empresas deben utilizar una amplia gama de canales y dispositivos capaces de mantener la atención de sus clientes. Es lo que llaman omnicanalidad. No se trata sólo de poder interactuar a través de cualquier canal, sino de cambiar de uno a otro.
A pesar de todo, los millennials se muestran mucho más abiertos a la publicidad, siempre y cuando, eso sí, filtre sus intereses. Muchas marcas pensarán: “Vale, esto es una buena noticia, pero, ¿cómo conseguimos llegar a sus intereses? Aquí la generación del Milenio también se muestra mucho más dispuesta a ofrecer su información más personal a cambio de descuentos, ofertas o mejoras en el producto para que sea más personalizado.
Pues sí, una generación con sus diferencias. Mi generación.