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Los parches biónicos para el corazón podrían ser una gran alternativa a los trasplantes

Los parches biónicos parten de la idea de que, además de ayudar a recuperar corazones con problemas, es necesario diseñar sistemas que permitan monitorizar a los pacientes a distancia, así como agilizar ciertos procesos de suministro de fármacos.

Después de los implantes corporales llegan los parches biónicos, como sustitutos de tejidos orgánicos de reparación de órganos que hayan sufrido algún daño. En la Universidad de Tel Aviv han creado un parche biónico para el corazón que integra partes electrónicas  y orgánicas. El objetivo de algo así no es ya mejorar la salud per se, sino, yendo más allá, poder monitorizar e incluso «atender» a distancia a pacientes con problemas y prevenir males como infartos o arritmias. Dada esa dualidad, podría reducirse enormemente el número de pacientes que necesitan un trasplante.

Cuando decimos atender nos referimos, además de a controlar a distancia, a lo que los investigadores llaman suministrar estímulos eléctricos al corazón. Esta situación es posible gracias a que estos parches biónicos integran, en su parte electrónica, electrodos con la capacidad de dar cargas que reactiven el corazón. Dejando de lado la parte estimulante, también se integra en el parche la posibilidad de suministrar fármacos al corazón para fortalecer o impedir que el órgano rechace lo que para el cuerpo es un tejido desconocido.

Para la construcción del parche biónico, los científicos principalmente han usado material orgánico, debido a la contracción que experimentan los tejidos del corazón.

Parche bionico

A largo plazo, el equipo espera conseguir avances relacionados con la actividad propia del parche en el bienestar de la persona. Por ejemplo, si percibe que hay inflamación, sería pertinente que suministrara un medicamento antiinflamatorio. Si por otra parte tiene poco oxígeno, sería el momento de suministrar moléculas que restablezclan el nivel de los vasos sanguíneos. Como vemos, el campo avanza no sólo a mejorar las soluciones actuales de cara a la recuperación, sino a automatizar ciertos procesos médicos complejos.

De momento, y a falta de problarlos con personas, los investigadores están buscando desarrollar más parches de este tipo dedicados a otras áreas del cuerpo, como el cerebro o la médula espinal, para tratar problemas neurológicos. Hace unos día hablábamos de nanogeneradores biodegradables que no dependen de batería externa, y dado que estos parches necesitan algún tipo de energía, ambos inventos formarían, a buen seguro, una gran combinación.

Imágenes: Bryan Brandenburg (Wikimedia) y Universidad de Tel Aviv.

 

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