En San Francisco han empezado a distribuir mapas para personas invidentes, con el fin de acercar a este colectivo el transporte público
Un mapa es una representación gráfica que sirve para organizar un espacio cuya magnitud no puede captarse con la vista. El problema para las personas invidentes es que estas representaciones normalmente están pensadas para que entren por los ojos, de forma que no pueden acceder a ellas. En San Francisco dos organizaciones se han propuesto afrontar esta cuestión. El Eye Research Institute y la asociación de apoyo a las personas ciegas LightHouse han colaborado para distribuir mapas táctiles y con dictado por voz.
El doctor Joshua Miele, investigador del Eye Research Institute y que perdió la vista con cuatro años, lleva tiempo luchando para que haya mapas para personas invidentes. Finalmente la organización donde trabaja ha dado con un método para construir representaciones que sirven a este propósito. Se trata de planos táctiles, que además pueden dictar indicaciones por voz cuando el usuario señala determinados puntos.
Los mapas para personas invidentes están hechos con una impresora especial, capaz de grabar en relieve, lo que permite a los usuarios leer los recorridos y percibir la escala. Además, estas representaciones tiene la opción de pulsar con un puntero especial en ciertos iconos para obtener información hablada.
La organización LightHouse se ha ocupado de distribuir una de serie de mapas de este tipo en San Francisco. Se trata de planos donde está reflejado el transporte público de una zona de la ciudad. De manera que una persona invidente pueda leer cuáles son los trayectos disponibles, calcular a qué distancia están o pedir información sobre un determinado punto, como una estación concreta.
La importancia del diseño
Estos mapas dan la posibilidad a las personas ciegas de planificar con antelación el recorrido que quieren hacer. Sin embargo, es necesario cuidar hasta los extremos el diseño. El doctor Miele explica el carácter decisivo de este aspecto indicando que en un mapa de los que estamos acostumbrados siempre se puede mirar un poco más de cerca, entornar los ojos para forzar la vista e incluso hacer zoom si es virtual.
Con un mapa táctil estas posibilidades no están disponibles. Sencillamente hay una representación y de ella no se puede obtener más información forzando el sentido del tacto del usuario. Se podría decir que la resolución a la que está impreso un plano de este tipo es fija, con lo que las proporciones tienen que ser justas, ni demasiado pequeñas ni excesivas.
