MapLite, una nueva herramienta que nos permite extender las posibilidades de la conducción autonóma sin necesidad de utilizar mapas en 3D.
Hasta ahora, los sistemas de conducción autónoma han dependido de una tecnología que se sirve de mapas tridimensionales para identificar obstáculos, señales o peatones. Sin embargo, esta tecnología no tiene demasiado sentido en caminos rurales no mapeados.
Un informe de 2017 de la Asociación Estadounidense de Transporte Público indicaba que las personas mayores que viven en comunidades rurales prefieren permanecer en su lugar de origen durante toda su vida, pero demandan facilidades y una mayor movilidad. Google ha construido durante más de 10 años rutas digitales de todo el planeta, aunque se han resistido los detalles de grandes áreas rurales debido a la velocidad rápida a la que estos entornos suelen cambiar y las complejidad de su terreno.
Por ese motivo, MIT CSAIL ha desarrollado MapLite, una nueva herramienta que nos permite extender las posibilidades de la conducción automática sin necesidad de utilizar mapas en 3D. Tras varias pruebas en múltiples caminos sin pavimentar alrededor de Devens, Massachusetts, el MIT determinó que un automóvil equipado con MapLite y aportado por el Instituto de Investigación Toyota, podría conducir de forma autónoma.
Esta nueva aplicación se sirve de un GPS para que el automóvil sepa en qué carretera está y proporciona una estimación aproximada de su ubicación actual. Sin embargo, los sensores LiDAR (Detección y determinación de la luz)del automóvil se utilizan para dar sentido a la carretera instantáneamente. Los modelos genéricos basados en parámetros le dan al coche una idea de las intersecciones o caminos específicos.
Sin embargo, a pesar de las increíbles posibilidades que aporta MapLite, las carreteras de montaña y otros cambios bruscos en la elevación son algunos de los inconvenientes que deben superar sus creadores.
«Queremos ser inclusivos y considerar cómo esta tecnología puede beneficiar a la América rural», así se ha pronunciado la portavoz de la secretaria de EE.UU. en Detroit, Elaine Chao. En cuanto llegue a comercializarse su uso, el MIT podría contribuir en gran medida al cumplimiento de uno de los mandatos de la administración de Trump, que los beneficios de seguridad de la conducción autónoma se extiendan a los residentes de comunidades rurales. «Para ello la industria del automóvil debe garantizar y contribuir a mejorar la vida en las comunidades rurales y no solo las urbanas», tal y como ha añadido Chao durante el Auto Show de Detroit 2017.