Músculos para robots inspirados en la anatomía humana

Conseguir que un implante sea capaz de adoptar una determinada forma y adaptarse al cuerpo humano ya está superado por la ciencia. Los robots más avanzados utilizan motores para mover cada extremidad, sin embargo, conseguir una gran flexibilidad y destreza no es tarea fácil. Los músculos para robots se sitúan como una buena alternativa para conseguir un alto grado de adaptación en pacientes.

Cuando veo por la calle una persona con una prótesis, me pregunto qué calidad de vida tendrá. ¿Podrá moverse con facilidad? ¿Qué barreras ha tenido que superar? Es muy difícil ponerse en la situación de alguien que necesita una prótesis. Unos la necesitan casi desde el nacimiento, y otros, gracias a la mala fortuna, la requieren con posterioridad. Aún recuerdo a una chica que venía a clase conmigo en la Universidad. Me parecía increíble que, con esa pesada prótesis metálica, pudiese realizar todas las tareas con entusiasmo. Ella era toda vitalidad, como si su pierna fuese de verdad.

Estamos acostumbrados a ver las típicas prótesis metálicas, con una cierta flexibilidad pero con una movilidad reducida. Niños, jóvenes y adultos que pierden una de sus extremidades y se ven obligados a optar por las nuevas tecnologías en materias de biología y robótica.

músculos

Biología y robótica, más cerca que nunca

En este escenario, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha conseguido un gran avance en este campo: primeros actuadores blandos para robots que se inspiran en el bíceps humano. Dicho de otra forma, robots y humanos cada vez más unidos, para mejorar, entre otros fines, la movilidad de personas discapacitadas.

En el laboratorio de Harvard’s Wyss Institute for Biologically, George Whitesides, jefe del proyecto, y su equipo de jóvenes científicos, trabajan desde hace tiempo, en perfeccionar la idea de músculos para robots, inspirados en un bíceps humano. La eficiencia y la funcionalidad serán los pilares clave de este nuevo avance.

Imitando la contracción muscular humana

Llegados a este punto, la pregunta del millón es: ¿cómo es posible que se pueda conseguir una mayor flexibilidad gracias a estos músculos? El proyecto está desarrollado con un sistema VAMP, formado por un sistema de vacío, que logra imitar con bastante precisión la contracción muscular de la propia anatomía humana, y así producir el movimiento de la extremidad del robot.

Resulta indispensable generar un sistema muscular flexible para dotar a los robots de cierta elasticidad en sus movimientos. Por ello, los músculos están fabricados en goma, formando una estructura con celdas, que se colapsan cuando se produce la contracción muscular.

Humanizar los movimientos de los robots

Esta alternativa supone que los pacientes que necesiten prótesis, o incluso exoesqueletos, puedan beneficiarse de un sistema que les permita mayor destreza y flexibilidad en sus movimientos. No debemos olvidar que, al tratarse de un sistema formado por goma, en caso de accidente, los pacientes no recibirían daños colaterales. Si las prótesis estuviesen formadas por materiales rígidos y pesados, los perjuicios serían bastante mayores.

De momento, solo se trata de un gran avance en el mundo de la ciencia, pero, sin duda, sería muy interesante ver máquinas y robots funcionando con músculos sintéticos inspirados en la anatomía humana. A pesar de que esto es solo una pequeña demostración de lo que se podría llegar a conseguir en un futuro cercano, lo cierto es que debemos tener cautela, y seguir muy de cerca los avances en este ámbito.

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