Una investigación del Instituto de Tecnología de California ha descubierto un material ultrafuerte y muy ligero, formado por nanoestructuras de cerámica.
La investigación dirigida por la experta en materiales del Instituto de Tecnología de California, Julia Greer, ha dado como resultado el descubrimiento de un nuevo material basado en nanoestructuras cerámicas. Se trata de tirantes a nanoescala unidos formando una especie de celosía. La fuerza y ligereza de esta disposición ya se habían comprobado usando diminutos tubos metálicos huecos. Pero con cerámica es algo nuevo y si el material se llegara a producir a gran escala podría servir para la construcción de aviones.
Las nanoestructuras cerámicas se podrían emplear en el sector aeronáutico y también en la fabricación de camiones debido a la resistencia del material. Aunque para eso primero hay que producirlo a gran escala, algo que ni siquiera se ha planteado por el momento. Sin embargo, sí se han observado las propiedades de fuerza y ligereza. Al contrario que la cerámica, cuya fuerza está proporcionada con su peso, el nuevo material conserva la primera característica pero en lugar de pesado es ligero.
La cerámica cuando se quiebra lo hace drásticamente, se parte en cientos de pedazos. Las nanoestructuras, en cambio, aguantan la presión y los impactos gracias a una cierta flexibilidad. Greer y su equipo de investigadores comprobaron que si los microtubos tenían paredes de unos 10 nanómetros se doblaban pero recuperaban su estado anterior a continuación.
Además de su uso en el sector del transporte, donde los vehículos requieren materiales de gran solidez, resistencia a impactos y, si puede ser, ligereza, las nanoestructuras cerámicas, también podrían utilizarse para la fabricación de baterías. Sus propiedades las convierten en idóneas para diseñar baterías de carga rápida y con una gran capacidad de almacenamiento, gracias a la ligereza y la extensa superficie que puede tener el material.
A la lista de materiales prodigiosos ahora hay que sumar las nanoestructuras cerámicas. El grafeno es seguramente el más desarrollado en estos momentos –pese a que aún le queda recorrido para convertirse en una opción comercial– pero no hay que olvidar las cualidades de la nanocelulosa cristalina, que multiplica por ocho la resistencia del acero, es muy ligera y conduce bien la electricidad. En una fase más primitiva de su descubrimiento está el carbino, el más fuerte de todos los materiales existentes, por encima incluso del grafeno.
Imágenes: Caltech
