La nanotecnología podría mejorar la eficacia de tratamientos contra el cáncer de mama y de colon, según un estudio realizado en Vall d'Hebrón.
La nanotecnología fue anticipada por el físico y divulgador Richard Feynman con esta intrigante frase: «hay mucho sitio al fondo«.
Desde la celebración de aquella charla en Caltech hasta hoy, la investigación ha logrado avances realmente sorprendentes en campos muy diversos. Uno de ellos es el de la medicina. Aplicaciones tan importantes como el desarrollo de biosensores para mejorar el diagnóstico de enfermedades o nanopartículas contra infecciones bacterianas convierten a esta disciplina en un pilar de futuro para el cuidado de la salud.
Un reciente trabajo publicado por científicos del Vall d’Hebrón Institut de Recerca ha estudiado la efectividad de la nanomedicina contra el cáncer. Los investigadores del VHIR observaron que el empleo de nanofármacos mejoraba la sensibilidad contras las llamadas células madre cancerígenas.
Este tipo de células, a pesar de ser minoritarias, son capaces de sobrevivir en cualquier parte del organismo y casi a cualquier tipo de terapia. En otras palabras, su habilidad para migrar e invadir otros tejidos las convierte en principales «culpables» de la metástasis.
Combatir la acción de estas células es fundamental para ganar la batalla contra el cáncer. Una lucha en la que la nanotecnología puede aportar su granito de arena, según los resultados publicados por los científicos del VHIR en la revista Nanomedicine NBM.
En su trabajo, emplearon una técnica de fluorescencia que les ayudó a «iluminar» -como si de una linterna se tratase- los lugares donde se escondían las células madre cancerígenas. De este modo pudieron lanzar nanoconjugados de fármacos mucho más selectivos, ya que fueron capaces de discernir este tipo de células del resto del tumor.
Al realizar los ensayos in vitro, los científicos vieron que mejoraba la eficacia de las terapias convencionales frente al cáncer de mama y de colon. Aunque este trabajo es experimental y necesitaría años para llegar a la práctica clínica (después de pasar por ensayos en animales y seres humanos), sí muestra que la nanotecnología puede ayudar en la batalla contra este tipo de tumores.
Las «linternas» moleculares y el uso de nanomedicinas pueden incrementar la eficacia de los tratamientos, mejorando la sensibilidad de las células cancerígenas haciendo que mueran antes. Este avance es un nuevo ejemplo de las aplicaciones de la nanotecnología en el cuidado de la salud, además de los biosensores o las nanopartículas mencionados anteriormente.
Imágenes | Vall d’Hebrón Institut de Recerca (VHIR), National Cancer Institute (Wikimedia)