La NASA crea Home & City, un juego interactivo online que permite a los usuarios descubrir las aplicaciones de su tecnología en los objetos cotidianos. En nuestra casa y ciudad.
La NASA ha alcanzado fama mundial por sus misiones en el espacio exterior. Sin embargo, no es tan conocido que sus avances científicos se aplican de forma generalizada en nuestro día a día. Para difundir esta realidad, ha lanzado Home & City, un juego interactivo online que permite a los usuarios descubrir las aplicaciones de su tecnología en objetos cotidianos.
Esta herramienta de divulgación científica nos lleva a dos entornos virtuales: una casa y una ciudad. En ellos, la agencia espacial nos explica brevemente qué dispositivos e instalaciones se nutren de las investigaciones realizadas a lo largo de sus 60 años de historia.
NASA Home
Dentro del baño, podemos ver cómo la NASA ha participado en el desarrollo de planchas, cepillos y secadores de pelo, en el revestimiento de grifos, en el tratamiento de aguas residuales o en la fabricación de cremas para la piel.
En la cocina aparecen sistemas de purificación y filtrado del agua, cafeteras inteligentes, comida de bebé enriquecida con ácidos grasos omega-3, o métodos de conservación de los alimentos.
En el dormitorio hay baterías recargables para audífonos, espumas de memoria para colchones y almohadas, materiales de control térmico para ropa, lámparas LED o purificadores de aire domésticos.
En el salón observamos altavoces, auriculares inalámbricos, sensores para cámaras digitales, pantallas de televisión de alta calidad, equipamientos de audio para guitarras acústicas o gafas resistentes a arañazos y rayos UVA.
Además, la agencia estadounidense ha aportado sus conocimientos en la construcción de módulos espaciales para la optimización del diseño de viviendas o la instalación de dispositivos de aislamiento y climatización.
NASA City
Las aportaciones de la NASA en la industria son múltiples. Por ejemplo, ha contribuido al desarrollo de impresoras 3D y sistemas de escaneo láser. Igualmente, sus protocolos de seguridad se aplican hoy en día en la producción de alimentos y medicamentos.
Su tecnología se usa para la monitorización del estado de los océanos, la limpieza de embarcaciones, el control de la contaminación por derrames, el reforzamiento de puentes y en los sistemas de búsqueda y rescate en el mar.
Para las fábricas ha aportado detectores de agentes químicos, tuercas de cierre rápido y la aplicación de la inteligencia artificial para el manejo de paquetes y el diseño de plantas energéticas seguras. A su vez, ha ayudado a mejorar la seguridad en las minas.
En el sector de la aviación ha añadido mejoras en el diseño aeronáutico, test de estrés para pilotos, sistemas anticolisiones, de seguimiento de vuelo, de asesoramiento para rutas directas o de aterrizaje de aviones.
En la automoción ha contribuido al diseño de carreteras, camiones, coches autónomos, asientos ergonómicos, chasis y lubricantes avanzados. También ha repercutido en los sistemas de frenos y de análisis de accidentes, así como en la detección de dióxido de carbono.
El mundo del deporte ha visto cómo la calidad de sus equipamientos ha evolucionado. Raquetas, gafas de esquí, trajes de natación, cascos o calzado de alto rendimiento son algunos de los beneficiarios. Además, se usa la tecnología para el análisis de estadísticas o monitorización de constantes vitales.
La medicina ha aplicado avances en implantes cocleares, aparatos dentales, cirugía cerebral, bombas de insulina automáticas, terapias oculares, termómetros de oídos con infrarrojos o superconductores para resonancias magnéticas.
Por último, la seguridad pública se ha visto reforzada con sistemas de control de incendios, construcciones resistentes a terremotos, sistemas de monitorización del agua, detectores de inundaciones o trajes ignífugos para bomberos.
Como hemos visto, la lista de aportaciones de la NASA a nuestras vidas es inmensa. Además, Home & City ofrece acceso a contenidos adicionales sobre su historia y funcionamiento. Todo un ejemplo de comunicación para acercar la investigación científica a los ciudadanos.