La comunidad científica destierra uno de los mitos más aceptados sobre el microbioma. Porque no, no existen diez bacterias por cada célula humana.
Las investigaciones sobre el microbioma han vivido una auténtica revolución en la última década. Fue Jeffrey I. Gordon, Director delCenter for Genome Sciences and Systems Biology de la Universidad de Washington, el primero en demostrar la compleja relación que existe entre los seres humanos y su microbiota intestinal, y cómo esta afecta a nuestra nutrición, obesidad y salud en general. Tan importante ha sido su trabajo que ha llegado a sonar para el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
La importancia del microbioma es de tal envergadura que ahora sabemos que juega un papel clave en nuestro bienestar. La comunidad científica ya ha apuntado de manera preliminar el rol que tendrían las bacterias en la aparición de problemas como las enfermedades inflamatorias, intolerancias al gluten o incluso el desarrollo del cáncer. Aunque debemos profundizar todavía en estas investigaciones para confirmar dichos resultados, el microbioma ha sido considerado como un «órgano de frontera».
En ese contexto, muchas veces se ha resaltado la importancia del microbioma por su importancia cuantitativa además de cualitativa. Simples y cotidianas actividades como ponernos unas lentillas o tener una mascota puede hacer que alteremos este conjunto de microorganismos sin que lo sepamos, variando no solo el número sino también la diversidad microbiana con la que contamos. De hecho, se ha repetido muchas veces que tenemos diez bacterias por cada célula en nuestro organismo. Este mantra, según las últimas investigaciones, no sería demasiado realista.
Una revisión crítica de esta afirmación sobre el microbioma ha sido publicada en el repositorio Biorxiv, para sorpresa de los investigadores. De acuerdo a este trabajo, el microbioma sigue siendo importante. Sin embargo, lo sería por el papel cualitativo que juega y no tanto por el número de bacterias que existen en nuestro cuerpo, que sería más reducido de lo que se pensaba hasta ahora.
El mito de la proporción 10:1, planteado inicialmente por el microbiólogo Thomas Luckey en 1972, no sería cierto. Los cálculos realizados por Milo, Sender y Fuchs estiman que la ratio se aproxima a 1,3:1, bastante lejos de la tasa establecida anteriormente.
El trabajo se encuentra ahora mismo siendo revisado por el equipo editorial de una publicación científica, según recogen en Nature. Tendremos que esperar a que sea aceptado finalmente para comprobar si la nueva proporción de bacterias y células humanas es o no más ajustada a la realidad. Hasta ese momento, podremos decir que hemos desterrado casi uno de los mitos más aceptados sobre el microbioma, que planteaba que el ser humano tenía muchos más microorganismos que células propias.