El estado de Nueva York se ha propuesto invertir 1.400 millones de dólares en proyectos de energías renovables, un empujón al cambio de paradigma energético.
La transición hacia las energías renovables se observa habitualmente como un movimiento global, en el que cada país tiene su propia responsabilidad. Sin embargo, el nivel local es importante para la progresión de este cambio de paradigma energético y, en ocasiones, tiene autonomía propia para tomar decisiones.
Es lo que ocurre en el estado de Nueva York, dentro de Estados Unidos. El gobierno de esta región ha anunciado 26 nuevos proyectos de energías renovables. Invertirá 1.400 millones de dólares en ellos y se prevé que estén funcionando en 2022.
Se trata de 22 granjas solares, tres parques eólicos y una central hidroeléctrica. No son proyectos megalómanos ninguno de ellos sino pequeños centros diseminados por el estado. Así pueden proporcionar electricidad a nivel local, sin necesidad de que esta viaje a otros lugares. Y es que, en la distribución de la electricidad se pierde eficiencia.
El total de la potencia que ofrecerán estos proyectos de energías renovables será de 1.380 MW. En realidad, la iniciativa aparece como respuesta al cierre de la planta nuclear de Indian Point, en este mismo estado, con 2 GW de capacidad. En 2021 está previsto que esta central de fisión cierre sus puertas y hay que compensar el descenso de la oferta eléctrica.
Las instalaciones de renovables deberían bastar para compensar la falta de la planta nuclear. Pues, pese a que su capacidad es más baja, lo cierto es que las centrales nunca trabajan a pleno rendimiento. Si bien es cierto que su constancia, a lo largo del tiempo es un valor respecto al viento o al sol, de cuya intensidad dependen campos eólicos y solares.
La iniciativa de Nueva York demuestra que la construcción de un modelo energético de futuro también implica a los actores locales. Evidentemente, no todas las regiones o localidades cuentan con un presupuesto con el de este estado para dedicar a renovables. Pero sí pueden dar pasos en favor de estas iniciativas. Después de todo, la cuestión energética es un problema global, pero el consumo eléctrico se hace de forma local. Casi se podría hablar de consumo individual.
Abordar el abastecimiento energético a pequeños niveles, como en el ámbito local, parece una aproximación más sencilla al problema. Y, sin embargo, puede resultar igualmente efectiva para combatir el cambio climático y reconvertir la industria de la energía.
Imágenes: mypubliclands, broodkast
